¿Han tocado alguna vez la cabeza de un animal con astas? Si lo hicieron seguramente se habrán sorprendido porque algo duro como una piedra emerge de una pelambre y piel suaves. Pueden hacer una comparación con sus uñas, que también salen de debajo de una piel blanda y crecen con elegancia. Pero las astas son más gruesas, rígidas y grandes.
Entre los venados sólo los machos tienen astas, excepto los renos, y a los seis años de vida ya están totalmente desarrolladas. Después de pasar la estación en que forman parejas para tener hijos, la cornamenta se cae y crece otra.
Los lugares de donde se desprende quedan cubiertos por un vello delgado, irrigado por venas, y eso es lo que se expande para formar las astas nuevas, las cuales van a estar constituidas por un núcleo óseo recubierto por una especie de piel. Completado el crecimiento después de unos tres meses, las venas se cortan y dejan de alimentar ese sector del cuerpo. Entonces los venados raspan la cornamenta sobre superficies duras para quitarse parte de la “piel muerta” y así queda al exterior la estructura dura (queratina y hueso). La longitud, forma y cantidad de ramas en los cuernos difieren de un venado a otro. Posiblemente ustedes se pregunten: ¿Para qué tienen esas astas en la cabeza? Les respondemos: porque son un arma muy importante con la que se protegen de los enemigos. A veces el predador se aleja del venado con sólo ver sus cuernos.
El ciervo rojo macho traza los límites de su territorio untando sobre el terreno una sustancia olorosa que segrega por unos lugares llamados glándulas. Si algún extraño se mete en esa zona, lo expulsa de allí por medio de rugidos o corneándolo si puede.
Dios los ha creado así a estos animales para que puedan protegerse y protejan a su manada. Si no hubiese sido así estarían indefensos frente a sus enemigos e incluso podrían haber desaparecido. Es decir, Dios, Quien creó a todas las criaturas, dio a cada una su forma de defenderse y protegerse, cosa que nos la recuerda en el Corán: Di:
“¿Quién tiene en Sus manos la realeza de todo, protegiendo sin que nadie pueda proteger contra El? Si es que lo sabéis...”(Corán, 23:88).
Como dice el versículo que sigue, Dios es el único protector de todas las criaturas: ...Tu Señor cuida de todo (Corán, 34:21).