Prefacio

Hemos hecho así de vosotros una comunidad moderada... (Corán, 2:143)

El 11 De Septiembre

Desde los horrendos y trágicos sucesos del 11 de septiembre, nada ha sido más discutido y analizado en la arena pública que el Islam. En todo el mundo los “expertos” realizaron una serie de análisis que aguijonearon la curiosidad de la gente por la religión. Libros muy apreciados en Europa y el Oriente Medio informaron de un creciente interés por el Corán, lo cual confirma lo dicho por un periódico británico: El Islam... nunca interesó tanto a los británicos como hoy día. 1 En los EEUU, donde habitan unos seis millones de musulmanes, el Islam es la religión que crece con mayor rapidez a pesar de no existir un trabajo sistemático de sus adherentes. 2

Al revés de lo hecho por el presidente estadounidense y el primer ministro inglés, parte de los medios de comunicación han sugerido directamente que las acciones puestas en marcha después del 11 de septiembre eran de guerra contra el Islam como objetivo principal. Si bien hay gente que se esfuerza por comprender en verdad al Islam y a los musulmanes, otras retuercen las cosas al considerar sinónimos Islam y terrorismo. Descripciones y generalizaciones simplistas ayudan a crear una imagen por medio de la cual el Islam es visto como hostil a la cultura occidental y una religión opresora y retardataria. Dice John Espósito, director del Centro para el Entendimiento Cristiano-Musulmán de la Universidad de Georgetown: Muchos comentaristas y estudiosos políticos realizan presentaciones y análisis a través de artículos y editoriales... Esos escritos parcializan la historia... La luz que emiten es de tal característica, que obscurece y distorsiona la visión del cuadro en su conjunto. 3

Es normal que en este pequeño planeta, quienes creen que el Islam es una religión del terror, se sientan preocupados al tener que convivir con unos mil doscientos millones de musulmanes. Pero esos temores no tienen fundamentos sólidos. Asegura Karen Armstrong en la revista Time que: Si la matanza del 11 de septiembre fuese aceptada por la religión, y el Islam la hubiese inspirado y justificado, el crecimiento de éste y la cantidad cada vez mayor de musulmanes en Europa y los EEUU resultaría una perspectiva terrible. Pero por suerte no es ese el caso. 4

Parece que hay una notable discrepancia entre lo que en realidad es el Islam y los juicios que sobre él se emiten. El crimen terrorista del 11 de septiembre pudo haber sido la obra de algunos individuos descarriados, pero con certeza no es producto del Islam. Esta es una religión que alaba la paz, la compasión, la justicia y desaprueba el suicidio. El ataque tipo kamikaze sobre civiles se encuentra en abierto conflicto con los principios más elementales, las enseñanzas y el espíritu del Islam. Y no hace falta ser un experto para saber esto.

El Islam Y La Tradicion

Si el Islam es una religión de paz, ¿de dónde surge el malentendido? ¿Cómo es que una religión de paz gana la reputación de ser una religión que propicia la guerra y el terror? La respuesta es que los escritos islámicos son malinterpretados para ajustarlos a planes perversos. Muchas veces, las palabras y frases que se repiten en los medios de comunicación han sido manipuladas para darles sentidos incorrectos. La confusión entre yihad y actos de terror es el resultado de lo que expone gente que desconoce la ciencia de la Ley Sagrada. O directamente es el resultado de una intención dañina.

El mundo musulmán se ha fragmentado a partir de la desaparición del califato Otomano sunnita en 1924. La falta de unidad le creó muchas dificultades de las que aún no se recupera. La pérdida del Islam tradicional en materia de jurisprudencia, ha dado lugar a que distintos individuos se autoadjudiquen el derecho a reinterpretar los textos islámicos de modo de poder legitimar sus propias ideas o ambiciones. Ello es parte de una tendencia hacia lo ambiguo y el uso negligente de términos importantes. 5 En contraste, el Islam tradicional se ajusta a la ortodoxia así como a los criterios de autoridad, claridad, continuidad y coherencia en la transmisión de la verdad. Se apoya en la erudición clásica, es decir, en las cuatro escuelas de la jurisprudencia islámica. Del interior de esa tradición emerge un verdadero paisaje islámico que abarca la riqueza de la sapiencia y su brillante contribución al avance de la civilización. 6

El Islam sunnita produce una fe y práctica que hacen inimaginable el exterminar vidas inocentes y esa es la forma de pensar de la mayoría de los musulmanes del mundo. Pero aparentemente las posiciones radicalizadas han pasado por alto ese pilar filosófico-ideológico-religioso central con sus nuevas interpretaciones de la Ley Sagrada. Como observó Tim Winter, conferencista sobre Islam en la Facultad de Teología de la Universidad de Cambridge, uno de los triunfos olvidados o inadvertidos del Islam auténtico en el mundo moderno, es el no estar involucrado para nada en ningún acto terrorista... Todos, inclusos sus enemigos, saben que esa idea es absurda. 7

El desmantelamiento por parte de los colonialistas de los lugares de enseñanza tradicional permitió que ciertos individuos realicen interpretaciones extremistas y literales de la ley sagrada, en contradicción y esencialmente distintas a las prácticas y doctrina del Islam auténtico de los siglos anteriores. Muhammad, el Mensajero de Dios (la paz y la bendición del Señor sean con él –PB–), advirtió que iba a llegar la época en que ...la gente tomará a los ignorantes como líderes, a los que se les preguntará y darán su opinión sobre la ley islámica sin estar capacitados para ello, por lo que estarán en el extravío y conducirán por ese camino a otros. 8 La resultante de ese tipo de proceder ha sido prácticas religiosas desprovistas de fundamentos fidedignos y caracterizadas por la intolerancia, la brusquedad, el fanatismo y la falta de moderación, todo lo cual es contrario al Islam, cuyo ejemplo está en quien siempre defendió la vía media, es decir, el Mensajero de Dios (PB).

 El Terrorismo

Muhammad (PB) advirtió a sus compañeros que eviten los extremos pues, como había explicado, fueron la causa de la destrucción de las primeras comunidades. Parece que los terroristas creen que no deben tener en cuenta esta norma.

El terrorismo es un acto contra Dios. Quienquiera desee justificarlo no podrá hacerlo, puesto que la Ley Sagrada y las escuelas religiosas lo aborrecen como pecado que va en contra de la esencia del Islam.

El Corán enseña a los musulmanes que en épocas de adversidad deben proceder con justicia, perseverancia y paciencia, pero parece que los terroristas nunca pensaron en referir sus actos a los principios elementales del Islam que confieren santidad a la vida humana. Un versículo que no es tenido en cuenta debido al odio fanático dice: ...quien matara a una persona (al menos que sea en defensa propia o porque causaba corrupción en la Tierra)... fuera como si hubiera matado a toda la Humanidad... (Corán, 5:32).

Los juristas musulmanes tradicionales consideraban los ataques terroristas contra gente indefensa y sin malicia, como procedimientos inmorales y odiosos y catalogaban a sus perpetradores como el peor tipo de animales.

Es un precepto coránico bien establecido que la injusticia de otro no puede servir de excusa a la injusticia de uno. 9

Yihad

El término yihad pasó a ser conocido en occidente como algo totalmente negativo y se lo describió simplemente como “guerra santa contra los infieles”. Sin embargo, en el Islam la yihad es algo positivo que tiene poco que ver con esa interpretación casi antojadiza. Posee dos dimensiones: la interior y la exterior. La primera se vincula al esfuerzo que realiza cada persona por doblegar sus tendencias destructivas y/o negativas propias del alma. La segunda es la lucha en la superficie de este mundo contra la violencia y la tiranía por medio de la acción y posee reglas estrictas que prohíben, entre otras cosas, matar a los civiles, dañar a los animales y talar los árboles. 10

El tipo de yihad más importante es el que se libra en la propia alma. Se relata que Muhammad (PB) ha dicho: La mejor yihad que uno realiza es la del esfuerzo por conocer más sobre Dios Todopoderoso. 11 En otra ocasión dijo a sus compañeros: Venimos de la yihad menor y nos encaminamos a la yihad mayor (es decir, la lucha interior contra nuestras tendencias morales incorrectas).

La Compasion Y La Misericordia

En el contexto de la actual atmósfera de violencia, se podría contemplar como admisible que la yihad exterior sea uno de los pilares principales del Islam. Pero eso está lejos de ser así. El Islam “no se consagra a la guerra” ni la yihad forma parte de los cinco pilares de la fe. Por el contrario, el Corán enfatiza la compasión, la benevolencia, la justicia y el sentido común. La compasión y la misericordia son asuntos centrales en el Islam, lo que se evidencia por el hecho de que prácticamente todos los capítulos coránicos comienzan diciendo, En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso. Un conocido hadiz de Muhammad (PB) expresa: El Misericordioso exhibe Su misericordia a los misericordiosos. Muestren misericordia con los habitantes de la Tierra y recibirán misericordia del Uno en el Cielo. El Corán declara que Muhammad (PB) fue enviado como misericordia para todo el mundo (Corán, 21:107), algo que él mismo testimonió cuando se negó a maldecir a una tribu guerrera: No he sido enviado para maldecir sino como amonestador y misericordia. Tal es la importancia de la compasión en el Islam, que la tradición mencionada es la primera que se enseña a los estudiantes de la Ley Sagrada. Los eruditos en Islam han dicho siempre que los musulmanes deberían ser justos, misericordiosos y prudentes, y que cualquier manifestación que carezca de algunos de estos criterios no es dable derivarlo de la Ley Sagrada.

En el Islam la compasión no se restringe a la de los musulmanes entre sí, sino que abarca a todos los demás. El Mensajero de Dios (PB) dice en una tradición que los seres humanos son hijos de Adán y los más queridos por Dios son los que mejor tratan a Sus hijos. 12 Un musulmán no puede ser considerado compasivo mientras en su entorno haya sufrimiento e injusticia (y no hace nada por evitarlo teniendo posibilidades).

Es por eso que el Islam hace saber a la comunidad de creyentes que el actuar solidariamente en la ayuda a los vecinos (sean o no musulmanes) es algo de la mayor importancia, al punto que el Profeta de Dios (PB) tenía por costumbre decir que si en un área determinada había aunque más no sea una sola persona hambrienta, ningún ángel descendería allí hasta que la misma sea alimentada. 13

Momento Para La Reflexion

No podemos condenar a la religión por los errores de quienes usan sus nombres o símbolos para justificar acciones horribles. Como ilustra Harun Yahya a lo largo de este libro, todas las religiones han tenido y tienen una parte de adeptos que suponen ser los adherentes estrictos a sus tradiciones, pero en realidad son intérpretes muy equivocados de sus textos sagrados con el objeto de ajustarlos a sus planes.

Todas las doctrinas religiosas anteriores al Islam desaprueban categóricamente cualquier tipo de agresión. Y, por cierto, no es a la religión a la que hay que condenar ante algún acto de esos, sino a cierta gente que llevada por el odio y la locura cometen distintas atrocidades. Pero no es suficiente censurar las acciones de algunos individuos. Hay que determinar también cuál es el venero de donde surge ese odio, qué es lo que motiva el agravio, la cólera, el rencor, la frustración, los desórdenes y la desesperanza y cómo podemos ayudar a eliminar esa fuente propiciadora de tantas cosas negativas. 14 Comprobaremos rápidamente que el origen de todo ello no reside en Dios ni en las religiones reveladas sino, simplemente, en los regímenes opresores y las políticas asesinas y subversivas. Hoy día es más necesario que nunca investigar el vínculo existente entre el terrorismo y el apoyo que se da a regímenes dictatoriales, en especial en el mundo musulmán.

No se trata de que este último odie a “Occidente” o a los EEUU, porque muchos musulmanes viven en esa zona del mundo y sería hipócrita manifestar un odio retórico al mismo país que los ha recibido con los brazos abiertos. La mayoría de los musulmanes comprueban que hay muchos preceptos islámicos que también se defienden en occidente, como la libertad, la tolerancia, el derecho a la educación y las libertades civiles. Hace poco Graham E. Fuller, anterior vicejefe del Consejo de Inteligencia Nacional (CIA), escribió en L. A. Times: Si viaja por el mundo musulmán, enseguida se vuelve evidente que existe un gran respeto por una amplia gama de valores estadounidenses. Lo que se entiende como una doble posición en los políticos gubernamentales es más bien el desahogo de una frustración. La gente puede gozar de esos valores en occidente pero parece que hubo un esfuerzo concertado para mantenerlos restringidos en un área, aptos para el consumo local pero no para la exportación. 15

Los musulmanes en occidente están enfrentando un momento de definiciones: deben recapturar el verdadero espíritu islámico y reivindicarlo frente a quienes han dañado su integridad y honor. Como afirma Tim Winter, Lo principal del Islam será capaz de declarar públicamente lo que ya siente en su corazón: los terroristas no son musulmanes. Tomar como blanco a civiles es una negación de cualquiera de las escuelas del Islam sunnita. 16

Las aclaraciones de Harun Yahya son oportunas y muy necesarias. Dios mediante, proveerán a musulmanes y no musulmanes de una comprensión esencial del Islam y de lo que ha sido comprendido y practicado por la vasta mayoría de los musulmanes a lo largo de la historia. Se trata del Islam mayoritario, ortodoxo, sunnita. Valiéndose del texto principal de todos los musulmanes, es decir, del Sagrado Corán, nos esclarece que de ninguna manera el Islam auténtico puede ser asociado con el terrorismo. Sería algo completamente contradictorio porque, sin dudas, el propio Islam denuncia el terrorismo.

Aftab Ahmad Malik Amal Press