¿Es Posible Que La Vida Llegara Del Espacio Exterior?
Cuando Darwin presentó su teoría a mitades del SXIX, no mencionó cómo apareció la primera célula, el origen de la vida. Los científicos que buscaban el origen de la vida a principios del SXX empezaron a darse cuenta de que esta teoría no era válida. La compleja y perfecta estructura de la vida preparó el terreno para que muchos investigadores percibieran la verdad de la creación. Los cálculos matemáticos y los experimentos y observaciones científicos demostraron que la vida no podía ser el resultado de una casualidad tal y como proponía la teoría de la evolución.
Tras el colapso de la teoría que propugna que una coincidencia fue responsable de la creación de la vida, y la consiguiente toma de conciencia acerca de que la vida era resultado de un »plan«, algunos científicos empezaron a buscar el origen de la vida en el espacio exterior. Entre estos científicos, los más famosos fueron Fred Hoyle y Chandra Wickramasinghe. Ambos se inventaron un escenario en el que propusieron que había una fuerza que »sembraba« la vida en el espacio. Según ellos, estas semillas de vida eran transportadas a través del vacío del espacio por gas o nubes de polvo, o por un asteroide, y en un momento dado llegaron a la tierra y así empezó la vida.
Francis Crick, galardonado con un premio Nobel y codescubridor de la estructura de doble hélice del ADN junto a James Watson, es uno de los científicos que buscaron el origen de la vida en el espacio. Crick se dio cuenta de que era irracional suponer que la vida pudo haber surgido por casualidad, y defendió en cambio que la vida en la tierra es el resultado de la creación de una fuerza inteligente “extraterrestre”.
Como hemos visto, la idea de que la vida llegó del espacio ha influenciado a científicos de renombre. Este tema incluso se discute en artículos y debates sobre el origen de la vida. La idea de buscar el origen de la vida en el espacio exterior puede analizarse a partir de dos perspectivas básicas:
Inconsistencia Científica
La clave para evaluar de la tesis de “la vida empezó en el espacio exterior” está en el estudio de los meteoritos que llegan a la tierra y de las nubes de gas y polvo que hay en el espacio. Hasta ahora no se han encontrado pruebas que respalden la tesis de que cuerpos celestes pudieran haber transportado a criaturas extraterrestres que pudieran haber generado la vida en la Tierra. Por el momento, no ha habido ninguna investigación que haya revelado macromoléculas complejas de las que aparecen en los seres vivos.
A causa del calor que generan cuando entran en la atmósfera y de la violencia del impacto al chocar contra la Tierra, no es posible que los meteoritos lleven organismos vivos. Arriba: un gran cráter de meteorito en Arizona. Incluso si aceptamos que hay seres vivos en el espacio exterior, continúa siento imposible explicar sus orígenes si no es recurriendo a la creación.
Es más: las sustancias contenidas en los meteoritos no poseen la asimetría que se puede encontrar en las macromoléculas que constituyen la vida. Por ejemplo, los aminoácidos, que forman las proteínas, y que son las piezas fundamentales de la vida, deberían, en teoría, aparecer en números parecidos en sus formas izquierda y derecha (»isómeros ópticos”). Sin embargo, en las proteínas solamente se encuentran aminoácidos izquierdos, mientras que la distribución asimétrica no se presenta en las pequeñas moléculas orgánicas (moléculas basadas en carbono que se pueden encontrar en los seres vivos) que se han descubierto en meteoritos. Estas moléculas aparecen en formas izquierda y derecha.51
Pero este no es para nada el último escollo de la tesis de que cuerpos y sustancias del espacio exterior propiciaron el origen de la vida en la Tierra. Los que mantienen esa idea necesitan poder explicar por qué un proceso así no está ocurriendo ahora, ya que la Tierra sigue recibiendo meteoritos. Sin embargo, el estudio de estos meteoritos no ha revelado ninguna “inseminación” que pueda confirmar esta tesis.
Otro problema para los defensores de esta idea es que incluso si se acepta que la vida fue formada por una conciencia en el espacio exterior, y que de una manera u otra llegó a la tierra, ¿cómo aparecieron los millones de especies de la Tierra? Este es un gran dilema para los que sugieren que la vida empezó en el espacio.
Aparte de todos estos obstáculos, en el espacio no se ha encontrado ningún resto de civilización ni forma de vida que pudiera haber originado la vida en la tierra. Ninguna observación astronómica, que han mejorado muchísimo en los últimos 30 años, ha ofrecido indicio alguno de la existencia de una civilización así.
¿Qué Se Esconde Detrás De La Tesis Del “Origen Extraterrestre”?
Como hemos visto, la teoría de que la vida en la Tierra fue originada por extraterrestres no tiene ninguna base científica. No se ha producido ningún descubrimiento que la confirme o la avale. Sin embargo, cuando los científicos que presentaron esta idea empezaron a buscar en esa dirección, lo hicieron porque percibían una certeza importante.
Esta certeza es que hoy en día no se puede defender una teoría que intente explicar la vida sobre la Tierra como resultado de la casualidad. Hay una concienciación general sobre el hecho de que la complejidad que se revela en las formas de vida de la Tierra sólo puede ser producto de un diseño inteligente. De hecho, las áreas de experiencia de los científicos que buscaron el origen de la vida en el espacio exterior nos dan una pista de su rechazo a la lógica de la teoría de la evolución.
Ambos son científicos de renombre mundial: Fred Hoyle es astrónomo y matemático y Francis Crick, biólogo molecular.
EL DILEMA “EXTRATERRESTRE” DE LOS EVOLUCIONISTAS
La idea de que el origen de la vida pudiera estar en el espacio, o en extraterrestres, no es más que ciencia ficción. No se pueden ofrecer pruebas concretas que lo apoyen, y las noticias y comentarios sobre este tema no pasan de especulaciones de que “podría haber ocurrido”. De hecho, estos escenarios son imposibles. Aun si asumimos que algunos componentes orgánicos fueron llevados a la Tierra por meteoritos, es un hecho químico, físico y matemático que estos componentes por sí mismos no podrían haber creado la vida. La fantasía de que la vida en la Tierra pudiera haber sido creada por “extraterrestres” es una estratagema mediante el cual los evolucionistas intentan evitar admitir la existencia de Dios, ya que la vida no se puede explicar como una casualidad. Pero esto también carece de sentido, porque la tesis “extraterrestre” no hace más que llevar el tema un paso más atrás, y nos lleva a la siguiente pregunta: “¿Quién creó a los extraterrestres?” La razón y la ciencia nos llevan a un Ser Absoluto que nos creó a nosotros y a todos los seres vivos, aunque Él no ha sido creado y existe desde siempre. Es decir, Dios, el Creador de todo.
Es necesario darse cuenta de que los científicos que buscan el origen de la vida en el espacio no están haciendo ninguna nueva interpretación del tema. Científicos como Hoyle, Wickramasinghe y Crick empezaron a considerar la posibilidad de que la vida viniera del espacio porque se dieron cuenta de que la vida no pudo aparecer por casualidad. Ya que era imposible que la vida en la Tierra empezara por casualidad, tuvieron que aceptar la existencia de una fuente de diseño inteligente en el espacio exterior.
LA SUPERSTICIÓN EN LA CUAL LOS EVOLUCIONISTAS CREEN TAN CIEGAMENTE: Materia inanimada+ Tiempo= Millones de comple jas especies vivientes |
La fórmula expresada aquí arriba es la manera más corta de explicar la teoría de la evolución. Los evolucionistas creen que las colecciones inanimadas e inconscientes de átomos y moléculas se juntaron y se organizaron a lo largo del tiempo, para finalmente tomar vida y convertirse en millones de seres vivos excesivamente complejos y perfectos. Esta superstición no tiene el apoyo de ninguna ley física o química. Al contrario, las leyes de la física y la química muestran que el tiempo tiene un efecto “desorganizador, destructivo”, no “organizador” (Segunda Ley de la Termodinámica). En realidad, el factor “tiempo” no es más que un engaño que los evolucionistas utilizan para sacar su teoría del campo de la observación. Ya que en la naturaleza no se observa ningún “proceso evolutivo” que cree nuevos seres vivos, los evolucionistas intentan superar este problema diciendo: “Sí, es cierto que la evolución no se puede observar, pero debe haber tenido lugar a lo largo de los últimos millones de años”. Esta teoría tampoco recibe apoyo del registro fósil, que muestra que nunca ocurrió ningún proceso evolutivo. |
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Sin embargo la teoría que presentaron sobre el tema del origen de este diseño inteligente es contradictoria y no tiene sentido. La física y la astronomía modernas han revelado que nuestro universo se originó como resultado de la gran explosión que ocurrió hace entre 12 y 15 mil millones de años, conocida como “Big Bang”. Toda la materia del universo viene de esa explosión. Por este motivo, cualquier idea que busque el origen de la vida en la Tierra en otra forma de vida del universo basada en materia tiene que explicar, a su vez, cómo se originó aquella forma de vida. El sentido de todo esto es que una idea así en realidad no soluciona el problema, sino que lo lleva un paso atrás. (Para más detalles, ver los libros de Harun Haya La creación del Universo y La intemporalidad y la Realidad del Destino).
Como hemos visto, la tesis de que »la vida vino del espacio exterior” no es una prueba a favor de la evolución, sino que es una visión que revela la imposibilidad de la evolución y acepta que la única explicación del origen de la vida es un diseño inteligente. Los científicos que propusieron esta idea empezaron con un análisis correcto pero luego se metieron por un camino falso, y empezaron a buscar el origen de la vida en el espacio exterior.
Es obvio que el concepto de “extraterrestre” no puede explicar el origen de la vida. Incluso si por un momento aceptamos la hipótesis de que los “extraterrestres” existen realmente, sigue siendo claro que no pueden haberse originado por casualidad, sino que ellos mismos serían también producto de un diseño inteligente, porque las leyes de la física y la química son las mismas en todo el universo, y por tanto es imposible que la vida aparezca por casualidad. Esto demuestra que Dios, que está por encima de la materia y del tiempo, y posee poder, sabiduría y conocimiento infinitos, creó el universo y todo lo que este contiene.