En las escuelas de casi todo el mundo, los textos de biología usados para enseñar presentan una historia falsa sobre el origen de la vida. Lo que los alumnos leen bajo el título “la teoría de la evolución” de hecho consiste en mecanismos totalmente errados, pruebas falsas, ilustraciones y dibujos hipotéticos, fósiles interpretados erróneamente y una historia falaz sobre los seres vivientes.
Los medios de comunicación presentan constantemente las fábulas darwinistas, productos de la imaginación, bajo un disfraz científico. Algunas editoriales incluso han asumido voluntariamente la tarea de defender la teoría de la evolución. Esto los lleva a describir pruebas falsas que parecen apoyar a la evolución—una teoría desprovista de cualquier valor científico—como verdades irrefutables y a imponer a la evolución incondicionalmente en la conciencia pública.
Este mito, tema de libros de texto y repetido constantemente por docentes cada semana, es considerado tan factual que casi nadie que haya sido expuesto a esta educación siente la más mínima duda sobre la certeza de la evolución. Todos los alumnos imaginan que han recibido una educación que les resultará muy útil a través de la vida. Estas personas probablemente estarán sorprendidas al enterarse que les han enseñado una mentira sobre un tema tan extremadamente importante –que incluye el mismo significado de la vida – bajo un disfraz científico.
Los darwinistas tratan de respaldar su teoría con ilustraciones y reconstrucciones ficticias, pero hasta la fecha no han podido proponer ninguna evidencia científica. Por ejemplo, no pueden señalar ni un solo ejemplar fósil que confirme la afirmación que los seres vivientes descendieron los unos de los otros por medio de cambios mínimos. Esto es una prueba de la forma en la que la evolución ha colapsado frente a los hechos científicos.
El hecho es, sin embargo, que se está haciendo un esfuerzo deliberado para imponer esta mentira al público, y que se esta llevando a cabo en todo el mundo. Es una mentira inventada y diseñada que está siendo enseñada en todas las escuelas. Se han fabrican evidencias falsas y relatos erróneos sobre la historia de la vida en la mayoría de los medios de comunicación. Los expertos en esta materia, incluso algunos científicos ganadores del premio Nóbel, apoyan una mentira y defienden un engaño. La “historia del origen de la vida” que los maestros han enseñado por tantos años es un argumento falso – una alianza que perpetúa a través del mundo un engaño coordinado cuyo nombre es la evolución.
Diese Schlagzeilen, die die Evolutionstheorie unterstützen sollen, haben keinerlei wissenschaftlichen Wert. Die Evolutionstheorie musste sich allen Zweigen der Wissenschaft, insbesondere der Paläontologie, geschlagen geben.
1) Wir scheinen nun mit Fliegen verwandt zu sein?
2) Unsere Vorfahren waren Mikroben!
3) Das Missing Link der Evolutionstheorie wurde gefunden.
El fósil de cangrejo aquí ilustrado data de la época del Mioceno (hace 23 a 5 millones de años), pero es idéntico a los cangrejos actuales.
El único motivo de la creciente fuerza de esta alianza que domina los libros de texto de las escuelas y ocupa un orgulloso lugar en los medios de comunicación es que está basada en el materialismo. El darwinismo, nutrido por la perspectiva materialista que actualmente domina el mundo, ha sido fortalecido y difundido con la ayuda de aquellos que coinciden con esta ideología. (ver La religión del Darwinismo de Harun Yahya) Los materialistas no han tenido reparos en presentar evidencia falsas al público. Porque el objetivo de esta política global de engaño es obvio: Separar a la gente de la fe en Dios, negar Su existencia y mostrar a la materia como la única realidad.
El punto que los darwinistas ignoran, sin embargo, es el siguiente: Los seres vivos fueron creados. No existe la evolución en la historia de la vida. Dios es el Creador y el Señor de todas las cosas. Es él quien crea la materia y da vida a toda entidad. No hay otro Creador que Dios, ni otro Omnipotente que no sea él. Por lo tanto, no existen sino hechos que prueban la Creación en la Tierra.
El fósil de cormorán de 18 millones de años de edad mostrado más arriba es prueba de que los cormoranes han permanecido iguales por millones de años. En otras palabras, nunca sufrieron una evolución.
Los darwinistas encuentran estas pruebas en cada investigación que realizan, cuando intentan, fallidamente, demostrar la evolución, ya que no existe evidencia alguna que la evolución haya sucedido. Todo lo que encuentran son restos de una creación súbita, compleja y sublime. La evidencia falsa no hace una teoría verdadera. Al contrario, la hace incluso menos fidedigna e infundada. Con tal de mantener vivo al materialismo, sin embargo, los darwinistas continúan con sus métodos engañosos, en el marco de un círculo vicioso.
Por supuesto, esto tiene un objetivo final – el cual ha sido finalmente alcanzado. La teoría de la evolución ha sido destruida con incontables pruebas. Unas de las mayores pruebas son los “fósiles vivientes”, cuyos números crecen con el correr de los días. El hecho que una forma de vida se haya mantenido igual por 150 millones de años, que nunca haya cambiado en 300 millones de años, definitivamente elimina el tesis de la evolución. Millones de especies vivientes, sobre las cuales se han producido los incontables escenarios de la evolución, muestran evidencias fosilizadas que nunca han evolucionado. Lo que ahora observamos son seres vivientes que, de acuerdo a los darwinistas, deberían haber sufrido una evolución. Sin embargo, los especímenes fósiles de esas especies idénticas documentan el hecho de que no han sufrido ninguna evolución.
Los fósiles vivientes son evidencias tan poderosas que tiran abajo todas las afirmaciones darwinistas, refutando todo el absurdo evolucionistas enseñado en libros de texto. Invalidan todas las falsas reconstrucciones “intermedias” en todos los museos de la evolución, y demuestran que las perspectivas evolucionistas imaginarias encontradas en varios textos y artículos darwinistas son falsas.
Un fósil de erizo de mar, de algunos 300 millones de años de edad, muestra que estas criaturas, junto con todas sus estructuras complejas, han existido por cientos de millones de años. A través de ese tiempo, no ha habido cambios en su estructura y no han pasado por etapas transitivas.
El hecho de que los darwinistas se las hayan arreglado para ignorar todo esto no elimina las claras evidencias en cuestión. Los fósiles vivientes, los cuales se descubren más todos los días, ya han eliminado las afirmaciones de la teoría de la evolución.
Este libro presenta esos hechos importantes y la forma en que los darwinistas se retuercen frente a esta evidencia. Es evidente cómo este engaño ha estado al borde del colapso desde los tiempos de Charles Darwin, quien fuera el primero en proponer esta teoría. Los ejemplos de fósiles vivientes ilustrados en este libro representan sólo una pequeña parte de la evidencia que revela la invalidez de este gran engaño. Aunque los especímenes de “fósiles vivientes” son excavados regularmente de casi todos los estratos sedimentarios, sólo uno de estos es suficiente para refutar el darwinismo.
La ley de Dios derriba totalmente el orden darwinista:
¿O pretenden conspirar en contra tuya? [Sabed que] Ciertamente los planes de los incrédulos son desbaratados. ¿O pretenden tener otra divinidad fuera de Allah? ¡Glorificado sea Allah de cuanto Le atribuyen! Y aun si vieran caer sobre ellos parte del cielo [como castigo] dirían: Son sólo cúmulos de nubes. Déjales [¡Oh, Muhammad!] que ya les llegará el día en que serán fulminados [el Día del Juicio]. El día no les beneficiarán en nada sus planes para salvarse del castigo y no serán auxiliados. (Surat at-Tur, 42-46)