Imagen de un fósil de tortuga de 37 a 23 millones de años de edad.
Edad: 38-23 millones de años
Período: Oligoceno
Ubicación: Formación de Brule, Sioux County, Nebraska, USA
Las investigaciones han excavado fósiles de tortugas que tienen 300 millones de años de antigüedad, en promedio. La que está representada aquí tiene aproximadamente 300 millones de años de edad. Tales fósiles demuestran que las tortugas no cambiaron a través de todos estos años, sino que mantuvieron su forma original: las criaturas vivientes no evolucionaron, fueron creados por Dios Todopoderoso.
Edad: 23-5 millones de años
Período: Mioceno
Ubicación: Provincia de Gansu, China
Los registros fósiles no han producido ni un solo ejemplo de una criatura en estado intermedio de desarrollo entre reptiles y mamíferos -los cuales, según afirman los evolucionistas, deben haber vivido en el pasado. Igual que con otras clases de seres vivos, el origen de los mamíferos no puede ser explicado por la teoría de la evolución. Como admitió George Gaylord Simpson muchos años atrás:
Esto es verdad para los 32 órdenes de mamíferos… Los miembros conocidos más antiguos y primitivos de cada orden [de mamíferos] ya tienen los caracteres ordinales básicos, y en ningún caso es una secuencia aproximadamente continua de un orden a otro conocido. En la mayoría de los casos el corte es tan marcado y el bache tan grande que el origen del orden es especulativo y muy disputado… Esta ausencia continua de formas de transición no se limita a los mamíferos, sino que es un fenómeno casi universal, como ha sido notado por los paleontólogos. Esto es así para casi todas las clases de animales, tanto vertebrados como invertebrados… esta es la verdad de las clases, y de los filos animales mayores, y es aparentemente cierto para las categorías análogas de plantas. (George Gaylord Simpson, Tempo and Mode in Evolution, New York: Columbia University Press, 1944, pp. 105, 107.)
El fósil representado aquí, el cráneo de una hiena de entre 23 y 5 millones de años, corrobora esta afirmación. Este fósil prueba que las hienas siempre han existido como hienas y refuta la teoría de la evolución.
Cada fósil que los evolucionistas han producido hasta la fecha como prueba de la evolución han sido falsos o irrelevantes. Siempre que excavan el fósil de una criatura extinta, lo anuncian con frases como “un caballo recientemente descubierto” o “la forma intermedia perdida.” Pero cuando estos fósiles proyectados como prueba son sujetos a una investigación seria, inmediatamente se descubre que no tienen relevancia para la evolución.
Hasta ahora, millones de fósiles han sido descubiertos alrededor del mundo, y ninguno indica que la evolución ocurrió alguna vez sobre la Tierra. Pero estos fósiles que prueban que la evolución no es científica y que la Creación es un hecho innegable son en su mayoría escondidos en áreas de depósito de los museos y nunca se exhiben.
El hecho que las hienas que vivían hace decenas de millones de años no sean diferentes de los miembros actuales de la especie es evidencia para la invalidez de la teoría de la Evolución. Si las afirmaciones de los evolucionistas fueran verdaderas, las hienas ya deberían haberse convertido en mamíferos muy diferentes. Pero no pasó nada similar.
Edad: 33 millones de años
Período: Oligoceno
Ubicación: Formación de White River, Lusk, Wyoming, EE.UU.
Tal como las arañas siempre engendran arañas, las abejas engendran abejas, y las rayas provienen de las rayas; los conejos siempre han existido como conejos. Los registros fósiles muestran claramente que los conejos no evolucionaron de otra criatura y siempre han sido como son ahora, desde el momento en que fueron creados. Ante los innumerables hallazgos de fósiles que muestran la invalidez de la teoría de la evolución, sus defensores deben aceptar que el Darwinismo ha sido derrotado.
El fósil de conejo de 33 millones de años mostrado aquí subraya esta derrota una vez más, ilustrando el hecho de que Dios ha creado todos los seres vivientes.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Messel Shales, Alemania
Una de las cosas que los evolucionistas no pueden explicar es el origen de los reptiles. Entre las varias clases de reptiles, como las serpientes, caimanes, tortugas y lagartos, hay límites estrictos. Los registros fósiles muestran que cada una de estas categorías han nacido súbitamente, con características físicas muy diferentes. Una de las pruebas que niegan que los reptiles sufrieran una evolución es el fósil de serpiente de 50 millones de años mostrado en la foto.
Edad: 37-23 millones de años.
Período: Oligoceno
Ubicación: Formación de Brule, Sioux County, Nebraska, EE.UU.
Los darwinistas deberían poder explicar el desarrollo del caparazón de la tortuga. Deberían poder mostrar cómo la estructura desarrollada al azar a través de un proceso imaginario de evolución, y producir evidencias de ello. Pero para explicar el desarrollo de las criaturas vivientes, los darwinistas sólo recurren a historias. No tienen pruebas que corroboren estas historias de la evolución. En su lugar, lo que los darwinistas siempre descubrirán son fósiles vivientes —por ejemplo, el fósil mostrado aquí es un fósil de una tortuga de 37 a 23 millones de años de edad.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Messel Shales, Alemania
Esta rana pertenece a la familia de los Pelopatidae, o cavadores de lodo. Algunos miembros de esta familia usan sus patas traseras para cavar bajo el lodo, y otros viven en un ambiente acuático. Los darwinistas afirman que los peces son los ancestros de los anfibios, pero no ofrecen ninguna prueba para corroborar esta afirmación. Por el contrario, los descubrimientos científicos muestran que hay diferencias anatómicas tan importantes entre las dos especies que es imposible que los anfibios hayan evolucionado de los peces.
Uno de estos descubrimientos científicos es el registro fósil. De acuerdo a éste, las tres clases básicas de anfibios aparecieron de una sola vez. El evolucionista Robert Carroll dice, "Los fósiles más primitivos de ranas, caecilianos y salamandras todos aparecen desde el Jurásico Temprano al Medio. Todos muestran la mayoría de los atributos más importantes de sus descendientes vivos." (Robert L. Carroll, Patterns and Processes of Vertebrate Evolution, Cambridge: Cambridge University Press, 1997, pp. 292-293.)
Edad: 54-37 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Minas de Fosfato, Khouribga, Norte de ءfrica
“Cocodrilo” es el nombre general dado a las criaturas de la familia Crocodylidae. La mayoría viven en regiones tropicales, y sus ejemplares más primitivos vivieron hace aproximadamente 200 millones de años. No hay diferencias entre los cocodrilos de la actualidad y aquellos que vivieron hace 50 millones de años (como el fósil ilustrado aquí) o incluso aquellos que vivieron hace 200 millones de años. Estos fósiles prueban que los cocodrilos no han cambiado en cientos de millones de años. Este hecho refuta la evolución y demuestra que Dios ha creado todas las criaturas vivientes.
El desierto de Djourab es una de las muchas áreas del mundo donde se encuentran fósiles. Cada uno de los muchos descubrimientos en los 382 campos de fósiles de esta área muestra sin excepción que las especies vivientes no han cambiado en toda su existencia. O sea, no han pasado por ningún proceso de evolución.
A través de la historia de la Tierra, los cocodrilos siempre han sido cocodrilos. Ni vienen de, ni han mutado en, cualquier otra especie.
Edad: 37-23 millones de años
Período: Oligoceno
Ubicación: Formación de Brule Formation, Sioux County, Nebraska, EE.UU.
Gracias a su excelente protección ósea, las tortugas están bien preservadas en los estratos fósiles. Los fósiles de tortugas más antiguos tienen alrededor de 200 millones de años de edad, y en todo ese tiempo no han sufrido ningún cambio. El fósil visto aquí, de 37 a 23 millones de años de edad, no muestra ninguna diferencia entre las tortugas que vivían en esa época y las que viven en la actualidad, en todos sus detalles.
Frente a estas pruebas, hay un hecho que los evolucionistas deberían aceptar. David B. Kitts, un evolucionista del departamento de Geología y Geofísica de la Universidad de Oklahoma, dice: "La evolución requiere formas intermedias entre las especies y la paleontología no las provee." (David B. Kitts, "Paleontology and Evolutionary Theory" Evolution, Vol. 28, September 1974, p. 467.)
Edad: 23-5 millones de años
Período: Mioceno
Ubicación: China
De acuerdo a las afirmaciones no científicas de los evolucionistas, los reptiles son los ancestros tanto de los pájaros como de los mamíferos. Pero existen diferencias vastas entre estos dos grupos de seres vivientes. Los mamíferos son de sangre fría. Producen y regulan su propia temperatura corporal, dan a luz y amamantan a sus crías, y sus cuerpos están cubiertos de pelaje. Pero los reptiles son de sangre fría. No producen calor, y su temperatura corporal varía de acuerdo a la temperatura del aire en el ambiente. Se reproducen por medio de huevos, no amamantan a sus crías y sus cuerpos están cubiertos de escamas.
¿Cómo puede un reptil haber comenzado a producir calor corporal, desarrollado un sistema de glándulas sudoríparas para controlar este calor, cambiado sus escamas por pelos y comenzado a producir leche? Hasta ahora, los evolucionistas no han podido dar ni una sola respuesta científica a dichas preguntas.
Esto demuestra que la superstición de que los reptiles evolucionaron en mamíferos no tiene fundamento científico. Además, los paleontólogos no han hallado ni un fósil de cualquier forma intermedia que conecte los reptiles con los mamíferos. Por este motivo, el evolucionista Roger Lewin tuvo que admitir que: “La transición al primer mamífero… es aún un enigma.” (Roger Lewin, "Bones of Mammals, Ancestors Fleshed Out" Science, Vol. 212, June 26, 1981, p. 1492.)
La fotografía muestra la excavación en el campo de fósiles Junggar en China. Los fósiles hallados (en esta excavación) muestran que los seres vivientes han sido perfectamente creados y son completos.