EL PUNTO DE PARTIDA DEL EQUILIBRIO PUNTUADO

Aquellos que vinieron después de Darwin hicieron esfuerzos enormes para detectar ejemplos en los registros fósiles de la lenta y gradual evolución que él previó. Darwin le había atribuido la ausencia de los mismos a la “insuficiencia de los registros fósiles”. Los registros fósiles -los cuales, de hecho, proveen un amplio rango de especímenes, incluso en la época de Darwin, y muestran la existencia de todas las formas de vida complejas tan tempranas como de la Explosión Cámbrica- siguieron siendo objeto de investigación de evolucionistas que esperaban descubrir un milagro. Su objetivo era demostrar que Darwin tenía razón, y que los registros fósiles de su época eran verdaderamente insuficientes, y encontrar ejemplos de formas intermedias, que sería la evidencia de que los seres vivos sí sufrieron una evolución.

Pero los registros fósiles constantemente producen resultados que no concuerdan con las expectativas de Darwin. Prácticamente el planeta entero fue explorado, y los nuevos fósiles excavados ya no eran “insuficientes.” Darwin había estado equivocado cuando dijo que creía que aquellos que vinieran después de él eventualmente encontrarían las formas intermedias que él esperaba. Los registros fósiles no produjeron ni un solo espécimen de forma intermedia. En lugar de eso, revelaron el hecho de que innumerables seres vivos no habían sufrido evolución alguna, se habían mantenido idénticos por muchos millones de años, junto con todas sus muchas estructuras complejas. Los registros fósiles refutaron a Darwin. La falta de formas intermedias y el hecho del estancamiento definitivamente no constituyeron evidencia a favor de la evolución gradual.

Algunos evolucionistas vieron con claridad y admitieron que el modelo de evolución gradual de Darwin era insostenible ante la realidad del estancamiento. Entonces, propusieron que la evolución “funcionaba de una manera diferente”. En 1970, el paleontólogo de la Universidad de Harvard Stephen Jay y Niles Eldredge del Museo Americano de Historia Natural desarrollaron una teoría alternativa, conocida como “evolución puntuada”, la cual publicaron en 1972. Su único objetivo era justificar el fenómeno del estancamiento.

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una ilustración ficticia

Las "formas intermedias," las cuales supuestamente tenían las características de dos especies distintas, nunca existieron, en ninguna época.

De hecho, esta teoría fue una adaptación de la teoría del MOUNSTRO VIABLE, la cual fue presentada en la década de 1930 por el paleontólogo Europeo Otto Schindewold. Este había sugerido que los seres vivientes evolucionaron como resultado de mutaciones repentinas y dramáticas, en lugar de la acumulación gradual de mutaciones pequeñas. Citando un ejemplo hipotético de esta teoría, Schidenwolf sugirió que el primer pájaro de la historia emergió de un huevo de reptil, a través de una “gran mutación,” en otras palabras, un enorme, aunque aleatorio, cambio en su estructura genética34. De acuerdo a la misma teoría, algunos mamíferos terrestres podrían haberse transformado de pronto en ballenas a través de una alteración súbita y extensa.

Estas afirmaciones violan todas las leyes conocidas de la genética, biofísica y bioquímica, y no son más científicas que los cuentos de hadas sobre un sapo que se convierte en un apuesto príncipe. Aún así, esta teoría del “monstruo viable” de Schneiderwolf fue adoptada y defendida en la década de 1940 por Richard Goldsmith, genetista de las Universidades de California y Berkeley. Pero la teoría era tan inconsistente que fue abandonada pronto.

El ímpetu que obligó a Gould y Eldredge a adoptar esta teoría nuevamente fue, como ya hemos visto, la falta de alguna “forma intermedia” en los registros fósiles. Tanto el “estancamiento” como la “aparición súbita” en los registros eran tan obvias que los dos científicos fueron obligados a reconsiderar la teoría del “monstruo viable” para justificar esta situación. El renombrado artículo de Gould: “El regreso de los monstruos viables” fue una expresión de este cambio.35

stephen Jay Gould ve Niles Eldredge

Niles Eldredge

Stephen Jay Gould

Naturalmente, Eldredge y Gould no repitieron la teoría de Schindewolf literalmente. Para darle una naturaleza más científica, buscaron desarrollar algún tipo de mecanismo para el “salto evolutivo súbito” que proponían. (el término interesante, “equilibrio puntuado”, el cual le dieron a su teoría, fue una expresión de este esfuerzo científico.) La teoría de Gould y Eldredge fue adoptada y desarrollada por otros paleontólogos en los años que siguieron. No obstante, la teoría puntuada de la evolución fue por lo menos tan estropeada por inconsistencias y una lógica inválida como la teoría original de Darwin, de una evolución gradual.

Quienes propusieron la evolución gradual ignoraron el estancamiento. Pero el estancamiento es hallado constantemente en los registros fósiles, lo cual prueba que los seres vivos se han mantenido sin cambios por millones de años. La única diferencia entre Gould y Eldredge y otros darwinistas es que los primeros dos se dieron cuenta de que el estancamiento en los registros fósiles era un hecho indiscutible que no podría ser mantenido sin respuesta por mucho tiempo. Antes que admitir el hecho de la Creación revelado por los registros fósiles, se vieron obligados a desarrollar un nuevo concepto de evolución.

Stephen Jay Gould ha dicho lo siguiente sobre este tema:

¿Pero como puede la imperfección explicar el estancamiento (el equilibro del equilibrio puntuado)? La aparición abrupta puede registrar una ausencia de información, pero *el estancamiento es información*. Eldredge y yo estábamos tan frustrados cuando tantos colegas no pudieron comprender el punto de esta evidencia —aunque un cuarto de siglo de posterior debate finalmente propulsó nuestras afirmaciones a la aceptación general (mientras muchos más aspectos del equilibrio puntuado continúan siendo controversiales)— que instamos la incorporación de esta pequeña frase como nuestro mantra o lema. Si lo decimos diez veces antes de desayunar todos los días durante una semana, el argumento seguramente irá penetrándolo por ósmosis: “el estancamiento es información: el estancamiento es información…” 36

Gould, Eldredge y otros defensores de la evolución puntuada criticaron ferozmente a aquellos que propusieron la evolución gradual porque no lograron ver la realidad del estancamiento. Pero de hecho, lo que ellos estaban haciendo no era tan diferente de las acciones de otros darwinistas. Ya que en los registros fósiles no pudieron producirse los resultados que esperaban, cambiaron la forma de la presunta evolución y la construyeron de manera muy detallada. La principal razón de su enojo e intensa crítica hacia quienes se adherían a la evolución gradual fue que mientras sus colegas profesionales no lograban aceptar el estancamiento en los registros fósiles, provocarían que la teoría pierda toda credibilidad ante el público. Por ese motivo, intentaron dar la impresión de que habían “descubierto la verdad” ante los hechos claros revelados en los registros fósiles.

El hecho es que, sin embargo, el modelo de evolución puntuada es por lo menos tan infundado, desprovisto de evidencia, y en última instancia desacreditado como la teoría de la evolución gradual.

Las confesiones de Gould sobre “la perspectiva equivocada en el pasado” son críticas dirigidas a quienes apoyaban la evolución gradual:

Por mucho tiempo hemos conocido sobre el estancamiento y la aparición súbita, pero han elegido atribuírselo a un registro fósil imperfecto. 37

Como lo describe Niles Eldredge, los partidarios de la evolución gradual ignoraron un hecho muy importante:

Los paleontólogos desde Darwin han estado buscando (mayormente en vano) las secuencias de series de fósiles evaluadas que podrían ser ejemplos de la clase de transformación a gran escala de especies que Darwin imaginaba como el producto natural del proceso evolutivo. Pocos vieron alguna razón para objetar —aunque es un hecho sorprendente que... la mayoría de las especies se mantengan reconocibles, virtualmente iguales a través de su aparición en los sedimentos geológicos de varios períodos. 38

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Este fósil de tortuga de 120 millones de años es una prueba de que las tortugas no descendieron de otros seres vivientes, nunca pasaron por ninguna etapa intermedia, y han mantenido exactamente la misma estructura por millones de años.

Niles Eldredge y los arqueólogos Ian Tattershall del Museo Americano de Historia Natural subrayaron cómo la idea de Darwin sobre la evolución no había sido comprobada por el estancamiento de los registros fósiles:

La predicción de Darwin de un cambio desenfrenado aunque gradual, que afectó a todos los linajes a través del tiempo, es refutada. Los registros están ahí, y los registros hablan de una impresionante conservación anatómica. El cambio en la manera en la que Darwin esperaba simplemente no se encuentra en los registros fósiles. 39

En otra fuente, Stephen Jay Gould describió cómo el estancamiento, evidencia de la no-evolución, fue ignorada por los defensores de la evolución:

El estancamiento, o la ausencia de cambio, de la mayoría de las especies fósiles durante sus largos períodos de vida geológicos fue aceptada tácitamente por todos los paleontólogos, pero casi nunca estudiada explícitamente porque la teoría predominante trataba al estancamiento como una no-evidencia poco interesante de la no evolución... La aplastante preponderancia del estancamiento se convirtió en una característica vergonzosa de los registros fósiles, lo cual era mejor ignorar como una manifestación de la nada (o sea, la no-evolución). 40

Todos los esfuerzos de Gould y Eldredge fueron para adaptar el concepto teórico de la evolución al registro fósil propiamente dicho. Por esa razón, sugirieron que el estancamiento mismo fue la prueba más importante de sus afirmaciones evolucionistas. De alguna forma, vieron la naturaleza no cambiante de los registros fósiles como una evidencia del cambio. Ya que no pudieron reconciliar los registros fósiles con la teoría de la evolución, adaptaron la teoría a los registros. Este fue el modo de pensar del cual surgió el modelo puntuado de la evolución.

En un artículo publicado en New Scientist, Tom S. Kemp, conservador del Museo de Colecciones Zoológicas de la Universidad de Oxford, describió cómo los hallazgos han sido convertidos en evidencia para la teoría de la evolución, como en el caso de la evolución puntuada:

En otras palabras, cuando los supuestos procesos evolutivos no correspondían al patrón de fósiles que se suponía que ellos habían generado, el patrón era considerado “errado.” Surge un argumento circular: interpretar los registros fósiles en términos de una teoría de la evolución en particular, inspeccionar la interpretación, y notar que confirma la teoría. Bueno, la confirmaría, ¿o no? 41

De acuerdo a quienes proponen el modelo puntuado de evolución, el estancamiento en los registros fósiles representaba el “equilibrio” en la teoría definida como equilibrio puntuado. La teoría sostiene que bajo presiones medioambientales, una especie podría haber evolucionado en un espacio de tiempo tan corto como unos pocos miles de años. Entonces, entraría en un período de estancamiento y se mantendría igual por millones de años.

Por lo tanto, quienes proponen esta teoría creen que esta afirmación podría justificar el estancamiento en una gran porción de seres vivos. De esta forma, pensaban que habían ocultado el desafío que los registros fósiles presentan para la evolución. Pero fue un grave engaño.

EL MECANISMO PUNTUADO

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En su estado actual, la teoría puntuada de la evolución explica que las poblaciones de seres vivos que no exhiben cambios por largos períodos de tiempo han permanecido en un tipo de “equilibrio.” De acuerdo a esta afirmación, los cambios evolutivos tienen lugar en poblaciones muy limitadas y en muy pequeños intervalos que interrumpen —o, dicho de otro modo, “puntúan” el equilibrio. Ya que la población es tan limitada, la selección natural favorece rápidamente mutaciones grandes, y es posible el surgimiento de una nueva especie.

De acuerdo a esta teoría, una especie reptil, por ejemplo, puede mantenerse igual por millones de años. No obstante, un pequeño grupo de reptiles que se separara de esta especie, de alguna manera, es sujeto a una serie de intensas mutaciones, por alguna razón que no es explicada. Estas mutaciones dotan a estos individuos de alguna ventaja (siendo que no hay ejemplos de una mutación beneficiosa). Son rápidamente seleccionados dentro de este grupo limitado. El grupo de reptiles evoluciona muy rápido, e incluso pueden convertirse en mamíferos. Ya que este proceso completo es tan veloz y tiene lugar en un número relativamente pequeño de criaturas dentro de un marco de tiempo limitado, quedan pocos rastros de los fósiles.

Tal como revela una inspección más exhaustiva, esta teoría fue propuesta como una respuesta a la pregunta “¿Cómo puede un proceso evolutivo ocurrir tan rápido como para no dejar ningún rastro fósil?” En respuesta, la teoría supone dos preceptos fundamentales:

1. Asume que las macro-mutaciones -en otras palabras, mutaciones de alto alcance que causan cambios importantes en la información genética de los seres vivientes- otorgan una ventaja y también producen nueva información genética.

2 Asume también que poblaciones pequeñas de animales tienen una ventaja genética.

Sin embargo, ambos preceptos están en desacuerdo con los hechos científicos.

El error de las macro-mutaciones

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Como han visto, el modelo puntuado de la evolución supone que las mutaciones que condujeron al proceso biológico de la formación de las especies tienen lugar en una escala muy grande o que algunas especies individuales están expuestas a una sucesión de mutaciones en serie. No obstante, este supuesto contradice todos los datos recogidos por medio de la observación de la ciencia genética.

R. A. Fisher, uno de los genetistas más reconocidos del siglo, estableció una regla, basada en experimentos y observaciones, que invalida esta hipótesis. En su libro La Teoría Genética de Selección Natural, Fisher reporta que la habilidad de sobrevivir de cualquier mutación en una población es inversamente proporcional a su efecto en el fenotipo. 42

Para decirlo de otro modo, cuanto más grande es una mutación, más bajas serán sus posibilidades de mantenerse permanente en una comunidad.

El motivo de esto no es difícil de ver. Las mutaciones representan cambios aleatorios en los datos genéticos de un ser vivo. Nunca tienen el efecto de mejorar esta información genética. Al contrario, los individuos mutados siempre sufren enfermedades serias y discapacidades. Por lo tanto, cuanto más es afectado un individuo por la mutación, mas bajas son sus posibilidades de sobrevivir.

El biólogo evolucionista de la Universidad de Harvard, Ernst Mayr, uno de los defensores más apasionados del darwinismo, hace el siguiente comentario:

La incidencia de monstruosidades genéticas originadas por la mutación… está bien corroborada, pero son unos monstruos tan evidentes que pueden ser designados sólo como “desesperados.” Son tan (totalmente) inestables que no tendrían ni la más mínima posibilidad de escapar a la eliminación a través de la selección estabilizadora ... Cuanto más drásticamente afecta una mutación al fenotipo, más probable es que reduzca su idoneidad. Creer que una mutación tan drástica produciría un nuevo y viable tipo, capaz de ocupar una nueva zona adaptativa, es equivalente a creer en milagros… El hallazgo de una pareja apropiada para el “monstruo viable” y el establecimiento de un aislamiento reproductivo de los miembros normales de la población paternal parecen ser dificultades insuperables.43

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Obviamente, las mutaciones no dieron origen al problema evolutivo -el cual representa un obstáculo insuperable para la teoría puntuada de la evolución. Siendo que la mutación es destructiva, los seres vivientes que sufren las macro-mutaciones -que los partidarios de la evolución proponen-sufrirán efectos “macro”-destructivos. Algunos evolucionistas depositan su confianza en las mutaciones que ocurren en los genes regulatorios en el ADN. Pero el efecto destructivo que se aplica en relación con otras mutaciones también se aplica en este caso. El problema es que la mutación es un cambio aleatorio, y que en cualquier estructura tan compleja como la información genética tendrá consecuencias perjudiciales.

En su libro Los límites naturales del cambio genético, el genetista Lane Lester y el genetista de poblaciones Raymond Bohlin describen el dilema de la mutación en cuestión:

El factor global que ha surgido una y otra vez es que la mutación continúa siendo la máxima fuente de toda variación genética es cualquier modelo evolucionista. Insatisfechos con el prospecto de acumular pequeños puntos de mutación, muchos se vuelcan a las macro-mutaciones para explicar el origen de las novedades evolutivas. Los monstruos viables de Godlschmidt efectivamente han vuelto. No obstante, aunque las macro-mutaciones de muchas variedades producen cambios drásticos, la gran mayoría será incapaz de sobrevivir, y mucho menos de mostrar señales de una complejidad creciente. Si las mutaciones de los genes estructurales son inadecuadas por su inhabilidad de producir cambios suficientemente significativos, entonces las mutaciones regulatorias y del desarrollo parecen incluso menos útiles por la mayor posibilidad de tener consecuencias no adaptativas o incluso destructivas… Pero una cosa parece cierta: En este momento, la tesis de que las mutaciones, ya sean grandes o pequeñas, son capaces de producir cambios biológicos ilimitados, es más un acto de fe que de los hechos. 44

El Error de las Poblaciones Reducidas

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El segundo concepto que los defensores de la evolución puntuada enfatizan es el de las “poblaciones reducidas”. Ellos afirman que una nueva especie se forma sólo en comunidades que contienen números reducidos de una especie vegetal o animal. De acuerdo a esta afirmación, las poblaciones grandes de animales no exhiben desarrollos evolutivos y pueden mantener su estancamiento. No obstante, si algunos grupos pequeños dejan estas poblaciones, se vuelven aisladas (generalmente se asume que por causas geográficas) y pueden reproducirse solamente entre ellos. Se afirma que las macro-mutaciones afectan a estos grupos pequeños porque se reproducen sólo entre ellos mismos, y entonces el proceso biológico de “formación de las especies” tiene lugar rápidamente.

¿Por qué los defensores de la evolución puntuada insisten en el concepto de poblaciones reducidas? La respuesta es obvia: Su objetivo es “explicar” la falta de formas intermedias en los registros fósiles. Esta es la razón por la cual sus informes insisten que “los cambios evolutivos tuvieron lugar en poblaciones reducidas y muy rápidamente, por este motivo han quedado rastros insuficientes en los registros fósiles.”

Sin embargo, experimentos y observaciones científicas recientes han revelado que en términos genéticos, las poblaciones reducidas son una desventaja para la evolución. Lejos de desarrollarse de una manera tal que den origen a nuevas especies fuertes, las poblaciones reducidas en verdad producen severos defectos genéticos. La razón de esto es que en poblaciones pequeñas, los individuos se cruzan constantemente, reproduciéndose en un acervo genético reducido. Por ese motivo, individuos normalmente “heterocigóticos” se vuelven más y más “homocigóticos.” Sus genes defectuosos, normalmente recesivos, se tornan dominantes, y los defectos genéticos y enfermedades emergen de manera creciente en la población. 45

Para investigar este tema, se observaron pollos durante 35 años. Estas observaciones establecieron que los pollos que se mantenían en una población reducida se volvieron más y más débiles en términos genéticos. La producción de huevos cayó del 100% al 80%; el ritmo de reproducción, de 93% a 74%, pero a través de intervención humana consciente -con pollos que fueron traídos de otras poblaciones- esta reducción genética fue revertida, y la población básica de pollos comenzó a moverse nuevamente hacia la normalidad. 46

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Estos hallazgos y otros similares muestran claramente que no hay validez científica para afirmar que las poblaciones reducidas son la fuente de desarrollo evolutivo, detrás de la cual se refugian quienes adhieren a la evolución puntuada. James W. Valentine y Douglas H. Erwin han declarado la imposibilidad de que se formen nuevas especies por medio de mecanismos de evolución puntuada.

La rapidez requerida para el cambio implica unos pocos pasos importantes, o muchos cambios más pequeños y excesivamente rápidos. Los pasos importantes equivalen a saltos y provocan los problemas de las barreras de buen estado físico; los pasos pequeños deben ser numerosos y suponen los problemas discutidos en la micro-evolución. Los períodos de estancamiento provocan la posibilidad de que el linaje entre en los registros fósiles, y reiteramos que no podemos identificar ninguna de las formas intermedias postuladas. Finalmente, los grandes números de especies que deben ser generadas para poder formar un acervo de donde se seleccione un linaje exitoso no pueden ser encontradas en lugar alguno. Concluimos que la probabilidad de que la selección de especies sea una solución general al origen del taxón más alto no es grande, y que ninguna de las teorías de cambio evolutivo al nivel de las especies que compiten, gradualismo pilético o equilibrio puntuado, parecen aplicables al origen de nuevos planos de organismos. 47

El Equilibrio Puntuado es una Gran Desilusión para los Evolucionistas

En la actualidad, el mecanismo ficticio del equilibrio puntuado ha sido desacreditado totalmente en términos científicos. Ha sido probado que los seres vivos no pueden evolucionar a través de esos métodos en cuestión. Como afirmó Jeffrey Levinton, de la Universidad del Estado de Nueva York, no puede haber manera de poner a prueba la teoría de la formación de las especies en cuestión si no puede verse con claridad en los registros fósiles. Partiendo de este hecho, Levinton concluyó que “la totalidad de la evidencia la hace una teoría que no vale la pena seguir investigando.” 48

Esto es verdad, por supuesto. La afirmación que constituye la base de la teoría ha sido refutada científicamente. Pero el hecho más importante es que los registros fósiles no han brindado evidencia del equilibrio puntuado; al contrario, lo ha demolido. Millones de fósiles en los registros han estado en un estado de “equilibrio” que los evolucionistas afirman duró millones de años, tal como se sugiere en el equilibrio puntuado. Pero por alguna razón, no hay rastros de evolución, que —nuevamente, de acuerdo a la teoría— debería haber durado miles de años, al menos. Los registros fósiles no proporcionan ni un sólo ejemplo de los incontables seres vivientes de los cuales se esperaría que hayan sufrido una evolución. Tampoco hay ni una sola evidencia que muestre cómo podría funcionar el equilibrio puntuado. Como resultado de su situación desesperada, los evolucionistas tratan de tomar una de las más grandes pruebas de la Creación y usarla como base para la evolución. Esto demuestra la terrible posición en la que se encuentran.

¿Cómo fue que una teoría tan inconsistente se volvió tan popular? De hecho, casi todos los defensores del equilibrio puntuado son paleontólogos, quienes ven claramente cómo los registros fósiles refutan la teoría darwinista.

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Un fósil de ofiuro que muestra que estos equinodermos no han cambiado por millones de años.

No hay diferencias entre este fósil de trucha-peca de 50 millones de años de edad y los ejemplares que viven actualmente.

No hay ninguna diferencia entre las langostas que viven en la actualidad y este fósil de 208 a 146 millones de años de edad.

Este es el motivo por el cual están literalmente en un estado de pánico y tratan de mantener a su teoría como viable a toda costa.

Por el otro lado, genetistas, zoólogos y anatomistas perciben que ningún mecanismo en la naturaleza podría originar “puntuaciones”, y por esta razón insisten en apoyar su teoría de la evolución gradual darwinista. El zoólogo de la Universidad de Oxford, Richard Dawkins, critica severamente a quienes se adhieren al modelo puntuado de la evolución y los acusa de destruir la credibilidad de la teoría en su totalidad.

Este diálogo no decisivo entre las dos partes es en verdad evidencia de la crisis científica en la que ha caído la teoría de la evolución. Lo que tenemos es un mito que no puede ser conciliado con ningún hallazgo experimental, de observación o paleontológico. Todos los teóricos buscan motivos para apoyar este mito, dependiendo de su propio campo de especialización, pero se encuentran en conflicto con hallazgos de otras ramas de la ciencia. A veces se hacen intentos de encubrir esta confusión por medio de comentarios superficiales como “la ciencia avanza a través de tales debates académicos.” Pero el problema es que estos debates no constituyen un ejercicio mental realizado para poder encontrar una teoría científica verdadera, sino que son conjeturas dogmáticas hechas para apoyar una teoría falsa. El hecho es que los teóricos evolucionistas revelan inadvertidamente que los registros fósiles no pueden ser conciliados con el concepto de la evolución de ninguna manera. Y el estancamiento, uno de los elementos más importantes en los registros fósiles, es claramente visible. Gould lo expresa en estos términos:

…el estancamiento, inevitablemente leída como la ausencia de evolución, siempre había sido tratada como un no-tema. Qué extraño, sin embargo, definir el fenómeno paleontológico más común como si estuviera más allá de ser interesante o de ser notado. 49

A estas alturas, todos los darwinistas han sido obligados a admitir el hecho del estancamiento en los registros fósiles, los cuales siguen estando reacios a ver, deliberadamente llevándolo al fondo e incluso rehusándose a aceptarlo como datos. La falta de documentación de fósiles sufriendo una evolución —en otras palabras, alguna forma intermedia —ha terminado con toda especulación sobre el estancamiento y la Creación. El equilibrio puntuado ha sido desacreditado completamente, tanto por los mismos mecanismos que propone como por los registros fósiles, los cuales busca proponer como evidencia.

Fussnoten

34. Stephen M. Stanley, Macroevolution: Pattern and Process, San Francisco: W. H. Freeman and Co. 1979, S. 35, 159

35. Gould, S. J., 1980, Return of the Hopeful Monster, The Panda's Thumb, New York: W. W. Norton Co., S. 186-193

36. http://www.blavatsky.net/features/newsletters/2005/fossil_record.htm

37. Stephen J. Gould, The Paradox of the First Tier: An Agenda for Paleobiology, Paleobiology, 1985, S. 7

38. Niles Eldredge, Progress in Evolution?, New Scientist, Band 110, 1986, S. 55

39. N. Eldredge and I. Tattersall, The Myths of Human Evolution, 1982, S. 48

40. Stephen J. Gould, Cordelia's Dilemma, Natural History, 1993, S. 15

41. Kemp, Tom S., A Fresh Look at the Fossil Record, New Scientist, Band 108, 1985, S. 66-67

42. R. A. Fisher, The Genetical Theory of Natural Selection, Oxford, Oxford Univesity Press, 1930

43. Ernst Mayr, Populations, Species, and Evolution, Cambridge, Mass: Belknap Press, 1970, S. 235

44. Lane Lester, Raymond Bohlin, The Natural Limits to Biological Change, Probe Books, Dallas, 1989, S. 141

45. M. E. Soulé and L. S. Mills, Enhanced: No Need To Isolate Genetics, Science, 1998, Band 282, S. 165

46. R. L. Westemeier, J. D. Brawn, S. A. Simpson, T. L. Esker, R. W. Jansen, J. W. Walk, E. L. Kershner, J. L. Bouzat and K. N. Paige, Tracking the long-term Decline and Recovery of an Isolated Population, Science, 1998, Band 282, S. 1695

47. Valentine, J., and Erwin, D., Interpreting Great Developmental Experiments: The Fossil Record, in Development as an Evolutionary Process, Rudolf A. Raff and Elizabeth C. Raff, Editors, New York: Alan R. Liss, Inc., 1985, S. 96

48. http://www.dhushara.com/book/evol/evoS.htm

49. Gould. S. J. and Eldredge. N., 1993, Punctuated Equilibrium Comes of Age, Nature, 366, S. 223