Birkenblatt
(con su homólogo)
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
Ambas especies de árboles se hallan frecuentemente en la actualidad en las regiones del norte de Canadá y Norteamérica. El hecho de que estas plantas hayan existido hace millones de años en la Tierra y que nunca hayan pasado por ningún proceso evolutivo es una prueba importante de la Creación.
Como todos los otros seres vivientes, fueron creados por la orden de Dios, “¡Sé!” y han seguido existiendo con todos los rasgos que tienen en la actualidad.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
Innumerables restos de hojas de secuoya que han sobrevivido como fósiles prueban que esta planta ha sobrevivido en lugares diferentes de la Tierra y que nunca ha cambiado. Gracias a esta evidencia importante, las especulaciones darwinistas sobre la evolución imaginaria de las plantas ya no existen. Esta hoja de secuoya de 50 millones de años es una de las pruebas que pone fin a estas especulaciones.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
Hojas de este árbol, que llegan a tener alturas de cientos de metros, no son distintas de las hojas de secuoya de nuestros días. Esto prueba que estos árboles gigantes también existían hace 50 millones de años y tenían los mismo sistemas. Los darwinistas tratan de formar panoramas imaginarios sobre la evolución gradual de las plantas, pero no están seguros de qué hacer frente a la evidencia paleontológica. Esto es un indicio del fracaso de la teoría de la evolución.
Edad: 320 millones de años
Período: Carbonífero
Ubicación: Lancashire, Reino Unido
El fósil de helecho de 320 millones de años de edad ilustrado aquí es una prueba importante de que las plantas actuales no han pasado por ningún proceso de evolución, ya que esta hoja fosilizada muestra que los helechos han permanecido iguales por cientos de millones de años. Frente a este hallazgo, la teoría de la evolución —que afirma que los seres vivientes evolucionaron los unos de los otros con pequeños cambios por períodos largos de tiempo— es refutada.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
David B. Kitts, profesor de Historia de la Ciencia de la Universidad de Oklahoma, expresa que los hallazgos fósiles nunca corroboraron la teoría de la evolución: la evolución requiere que haya formas intermedias entre especies, y la paleontología no las provee. (David B. Kitts, "Paleontology and Evolutionary Theory", Evolution, Vol. 28, September 1974, p. 467.)
Mientras que la paleontología no ofrece evidencia para los evolucionistas, muestra que la Creación es un hecho innegable, innumerables fósiles recolectados de cada rincón de la Tierra revelan que los seres vivientes emergieron súbitamente, con sus estructuras perfectas y complejas, y no han cambiado desde entonces.
Edad: 54-37 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
Estas plantas, las cuales vivieron en el período Eoceno, están entre los incontables hallazgos que revelan que los seres vivientes no han evolucionado. Millones de fósiles recolectados por los últimos 150 años han arruinado los sueños de los evolucionistas. Ya no es posible para los darwinistas defender la evolución basándose en los registros fósiles. Este hecho es confesado también por el paleontólogo evolucionista Mark Czarnecki:
Para probar la teoría, los registros fósiles han sido un serio problema; las huellas de especies desaparecidas preservadas en las formaciones geológicas de la Tierra. Estos registros nunca han revelado rastros de las variantes intermedias hipotéticas – en lugar de esto, las especies aparecen y desaparecen abruptamente, y esta anomalía ha impulsado el argumento creacionista de que cada especie fue creada por Dios. (Mark Czarnecki, "The Revival of the Creationist Crusade" MacLean's, 19 January 1981, p. 56.)
Edad: 320 millones de años
Período: Carbonífero
Ubicación: Lancashire, Reino Unido
Como todos los otros seres vivientes, las plantas también fueron creadas. Desde el primer momento en el que aparecieron, las plantas tenían sus mecanismos actuales intactos. Los términos frecuentemente usados en la literatura evolucionista tales como “desarrollo a través del tiempo”, “cambios basados en coincidencias”, “adaptaciones causadas por necesidades” están lejos de la realidad y carecen de cualquier significado científico. Los hallazgos fósiles son una de las pruebas más importantes de esto.
Una de las regiones en Polonia donde se obtiene el ámbar Báltico.
Algunos de los fósiles de plantas obtenidas de aquellos fosilizados en ámbar Báltico. Junto con el musgo y las plantas similares al musgo, varias flores, frutas, semillas y hojas son preservadas en ámbar Báltico, que data del período Eoceno (hace 54 a 37 millones de años), ayudando a los botánicos a definir más de 200 especies de plantas.
Esta ramilla de fósil de thuja en ámbar, que data de hace 45 millones de años, desafía las afirmaciones evolucionistas sobre el origen de las plantas.
Einige der erhaltenen Pflanzenfossilien versteinerten in baltischem Bernstein. Zusammen mit Moos und moosartigen Pflanzen wurden diverse Blumen, Früchte, Samen und Blätter in baltischem Bernstein konserviert; sie datieren aus dem (vor 54 bis 37 Millionen Jahren) und halfen Botanikern mehr als 200 Pflanzenarten zu definieren.
Esta ramilla de fósil de thuja en ámbar, que data de hace 45 millones de años, desafía las afirmaciones evolucionistas sobre el origen de las plantas.
Una de las regiones donde muchas y variadas especies de fósiles de plantas han sido encontradas es la formación Cache Creek en Canadá. Esta formación aún mantiene rastros de las montañas alrededor y de las maderas que existían en la región hace 50 millones de años. Los ríos y vientos llevaban hojas, flores y algunos pequeños organismos vivientes hacia el lago y, al hundirse, comenzaron a fosilizarse.
Dos tercios de los fósiles obtenidos de este sitio hasta ahora pertenecieron a plantas que todavía existen actualmente. Algunos, por otro lado, son los fósiles de plantas muy inusuales que no han sido identificados aún. Este sitio tiene una estructura rica en sílice, haciéndolo más fácil para obtener ejemplares bien preservados. Sus detalles hacen posible que se los compare exhaustivamente a los ejemplares de aquellos organismos que viven actualmente – cuya comparación nuevamente muestra que los seres vivientes han sido iguales por decenas de millones de años. En otras palabras, no han evolucionado.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
Los darwinistas no logran explicar la naturaleza no cambiante de los registros fósiles en el reino animal, así como el estancamiento en el reino vegetal.
Junto con miles de ejemplares animales, los registros fósiles proveen innumerables ejemplares de plantas que se han mantenido iguales por millones, e incluso cientos de millones de años. Un ejemplo es esta hoja de cáscara sagrada de 50 millones de años de edad de la era del Eoceno (hace 54 a 37 millones de años). Estos ejemplares ponen un final científico al darwinismo, el cual está enteramente basado en un fraude.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
Desde la época de Darwin, los defensores de la evolución han intentado encontrar sus “eslabones perdidos” imaginarios. El mismo Darwin siempre esperó que fueran encontrados algún día. Dado que los darwinistas trataron de mantener vivo el legado de Darwin a su manera, ellos realmente creían que los fósiles eventualmente proveerían la evidencia que estaban esperando. No obstante, los desarrollos resultaron ser contrarios a sus expectativas. Los registros fósiles proclamaron que las formas intermedias nunca existieron en la Tierra, que las especies vivientes nunca cambiaron, y que fueron creadas. Uno de los indicios más importantes de este hecho es esta hoja de la era del Eoceno, hace 54 a 37 millones de años.
Edad: 54-37 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
Todos los fósiles descubiertos a través de la historia corroboran el hecho de la Creación, pero los darwinistas continúan defendiendo lo contrario. Sin embargo, todas las teorías científicas deberían ser apoyadas por evidencia científica. Frente a los registros fósiles invariables y los incontables fósiles vivientes que han aparecido, todos los panoramas relacionados con la teoría de la evolución se han vuelto vacíos. Los evolucionistas no tienen ni una pizca de evidencia que pruebe su teoría.
Edad: 320 millones de años
Período: Carbonífero
Ubicación: Lancashire, Reino Unido
Como sucede con todas las otras especies, las plantas aparecen en los registros fósiles súbitamente. No tienen un ancestro común, como afirman los evolucionistas. Los registros fósiles tampoco revelan una transición tal entre especies de animales diferentes. Esto convierte a todas sus afirmaciones en inválidas.
El fósil de helecho de 320 millones de años de edad ilustrado aquí es un ejemplo que invalida la teoría de la evolución. Los helechos que vivieron hace 320 millones de años y los actuales no son distintos.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
Esta fósil de piña de secuoya de 50 millones de años de edad muestra claramente que las secuoyas permanecieron iguales por millones de años. Este y otros ejemplares de “fósiles vivientes” proclaman abiertamente que la evolución nunca sucedió. Todas las afirmaciones darwinistas sobre la evolución son nulas y están basadas en una gran mentira. La evolución está desprovista de evidencias. Los darwinistas no ofrecen pruebas científicas para las innumerables afirmaciones que han propuesto. Los seres vivientes no han sufrido una evolución; Dios los creó a todos tal cual los conocemos.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
Hallazgos fósiles demuestran la invalidez de la evolución, y algunos evolucionistas confiesan que su teoría no es comprobada por los registros fósiles. Uno de ellos es el doctor David Raup, conservador de geología del Museo Field de Ciencias Naturales en Chicago. Confiesa que los fósiles no corroboran el darwinismo:
. . . la mayoría de la gente asume que los fósiles proveen una parte importante del argumento general en favor de las interpretaciones darwinistas de la historia de la vida. Desafortunadamente, esto no es cierto. (David Raup, "Conflicts Between Darwin and Paleontology" Field Museum of Natural History Bulletin, Field Museum of Natural History: Chicago IL, January 1979, Vol. 50, No. 1, págs. 22-29.)
Uno de los hallazgos que prueba el error de asumir que los fósiles son evidencia para el darwinismo es la hoja de magnolia de 50 millones de años aquí ilustrada.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
Esta hoja de abedul de la era del Eoceno (hace 54 a 37 millones de años) excavada en Columbia Británica es idéntica a las hojas de abedul de nuestros días. Los abedules no han cambiado por millones de años y no han pasado por ningún proceso de evolución.
Pero gracias a la propaganda tendenciosa, algunas personas son engañadas hasta creer que algunos ejemplares de fósiles pertenecen a las “formas intermedias”—un término totalmente imaginario. En los registros fósiles, no existe ni un sólo ejemplar transitivo alegado por los evolucionistas. Los registros revelan sólo los ejemplares fósiles que se han mantenido iguales por millones de años.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
El darwinismo trata de hacer que la gente crea que la coincidencia, la deidad falsa de la evolución, ha formado células, organismos, animales, plantas y hasta humanos. Los darwinistas sugieren explicaciones irracionales, incluso ridículas, que la ciencia no puede apoyar, y después buscan evidencia falsa para ellos. Ese es el motivo por el cual buscan formas intermedias en los registros fósiles. Pero tal como en el caso de este aliso fosilizado de la era del Eoceno (hace 54 a 37 millones de años), las capas geológicas ofrecen los restos de seres vivientes que no han cambiado—lo cual quiere decir, que no han evolucionado.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
Esta hoja de ginkgo de la era del Eoceno (hace 54 a 37 millones de años) no es diferente de las hojas de ginkgo de nuestros días. De acuerdo a las afirmaciones darwinistas, en un período de 50 millones de años, estas especies vivientes deberían haber sufrido la evolución innumerables veces, desarrollándose de una forma primitiva a una más avanzada. De acuerdo a los evolucionistas, en el medio ambiente presuntamente “primitivo” de hace 50 millones de años, estas especias también tenían que demostrar rasgos primitivos. Sin embargo, los registros fósiles muestran que los ginkgos no han pasado por ningún cambio. Solamente este fósil, con la misma complejidad de los ginkgos actuales, prueba que el proceso evolutivo es un concepto imaginario.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
La hoja de magnolia fosilizada ilustrada tiene 50 millones de años de edad. A pesar de esto, la hoja es exactamente igual a las que viven el día de hoy. De acuerdo a la teoría de la evolución, todos esos millones de años deberían haber contribuido cambios al organismo. Pero un cambio así no se observa en ninguno de estos ejemplares fósiles. Esta hoja de magnolia es una de las numerosas pruebas que refutan la evolución.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
El fósil de esta planta, la cual no llega a ser muy alta y es rica en hojas, tiene 50 millones de años de edad. Este ejemplar inmaculado de fósil prueba que la planta no ha sufrido cambios en millones de años como afirman los evolucionistas y no tiene forma “primitiva”.
Edad: 320 millones de años
Período: Carbonífero
Ubicación: Lancashire, Reino Unido
Uno de los fósiles que revelan que los helechos siempre han permanecido iguales y no han sufrido ningún cambio —o sea, no han evolucionado— es ilustrado aquí. Este fósil muestra que los helechos que crecieron hace 320 millones de años no eran diferentes a los ejemplos actuales. Esto destruye todas las afirmaciones de los evolucionistas sobre la historia de la naturaleza.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
El fresno, actualmente nativo de América del Norte, es un árbol de mediano a grande. También hace 50 millones de años, el fresno y la secuoya —un árbol aún más grande que el fresno— crecían en Canadá, con exactamente las mismas características.
Los registros fósiles proveen evidencias innegables que prueban esto. Los excelentes restos petrificados muestran todos los detalles que los identifican.
Edad: 54-37 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
La hoja de olmo aquí ilustrada creció durante la era del Eoceno (hace 54 a 37 millones de años), con exactamente la misma forma que tiene actualmente. Como todos los otros fósiles vivientes, esta planta no ha sufrido ningún cambio. Este ejemplar de 50 millones de años preserva claramente todos los detalles de la hoja de esta planta. Frente a evidencia como esta, los evolucionistas no tienen explicaciones o alternativas para ofrecer.
Edad: 58 millones de años
Período: Paleoceno
Ubicación: Formación Sentinel Butte, Dakota del Norte Central, EEUU
La primera persona que admitió que el panorama de la evolución de las plantas estaba en un atolladero fue el mismo Charles Darwin. Como escribió en una carta de 1881 al botánico Sir Joseph Hooker de los Jardines Kew.
Estas palabras son la admisión por parte de Darwin de que los orígenes de las plantas no pueden explicarse por medio de la evolución y que, al igual que todos los otros organismos vivos, las plantas también fueron creadas por Dios.
Nada es más extraordinario en la historia del reino vegetal [de acuerdo a la clasificación científica], como yo lo veo, que el desarrollo aparentemente repentino y abrupto de las plantas más complejas.
Edad: 58 millones de años
Período: Paleoceno
Ubicación: Formación Sentinel Butte, Dakota del Norte Central, EEUU
Los registros fósiles son uno de los principales hallazgos que destruyen la teoría de la evolución —y la mayoría de los científicos están conscientes de esto. Por ejemplo, N. Eldredge e I. Tattershall hace el siguiente comentario:
El hecho que clases individuales de fósiles permanezcan visiblemente iguales a través de su existencia en los registros fósiles ha sido conocido por los paleontólogos mucho antes de que Darwin publicara su Orígenes. El mismo Darwin . . . . profetizó que las generaciones futuras de paleontólogos llenarían estos huecos con investigación exhaustiva . . . . Ciento veinte años de investigaciones paleontológicas más tarde, se ha vuelto abundantemente claro que los registros fósiles no confirmarían esta parte de las predicciones de Darwin [énfasis agregado]. Tampoco es el problema un registro pobre. Los registros fósiles muestran que las predicciones son erróneas. (N. Eldredge and I. Tattersall, The Myths of Human Evolution, New York: Columbia University Press, 1982, pp. 45-46.)
Uno de los fósiles que revelan que Darwin estaba equivocado es esta hoja de castaño de indias fosilizada.
Edad: 54-37 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Green River, Condado de Uintah, Utah, EEUU
Las células de las plantas logran un proceso que no logra ningún laboratorio: la fotosíntesis. En la célula de una planta, los orgánulos llamados cloroplastos absorben la luz del sol y la usan en conjunción con el agua y gas de dióxido de carbono para producir almidón.
Este es el primer eslabón de la cadena alimenticia y la fuente de alimentos de todas las criaturas vivientes de la tierra. Detalles de este proceso tan complejo no son comprendidos con exactitud, y es imposible que los mecanismos evolutivos expliquen esta complejidad.
La hoja de sauce fosilizada aquí ilustrada tiene de 54 a 37 millones de años de edad. Los sauces que vivieron hace decenas de millones de años empleaban la fotosíntesis en la misma manera en la que lo hacen en la actualidad. Se reproducían de la misma manera y mostraban los mismos rasgos. Esta correspondencia pone a los evolucionistas en una situación desesperada y una vez más enfatiza el hecho que los organismos vivientes son creados por Dios.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
El mismo Darwin fue el primero en descubrir que la hoja de ginkgo, que ha dejado abundantes restos fósiles en las capas geológicas de la Tierra, nunca había cambiado. Pero contrariamente a las conjeturas de Darwin, el ginkgo no es el único fósil viviente que ha sobrevivido hasta el presente.
Los numerosos ejemplares de fósiles vivientes mostrados en este libro y miles de otros mostrados en museos refutan definitivamente a Darwin.
Edad: 320 millones de años
Período: Carbonífero
Ubicación: Lancashire, Reino Unido
Hasta este momento, muchos fósiles de plantas han sido excavadas, y todas ellas tiene algo en común: son todas perfectas, y exactamente iguales a las plantas que viven en nuestros días. Ni un solo fósil revela que una planta en particular sea el antepasado de otra, o que una especie es una forma intermedia. Esta es prueba de que Dios creó todos los seres vivientes.
El fósil de helecho de 320 millones de años de edad aquí ilustrado es uno de los hallazgos que muestran el hecho de la Creación.
Edad: 50 millones de años
Período: Eoceno
Ubicación: Formación Cache Creek, Columbia Británica, Canadá
La metasecuoya o secuoya del alba es uno de los árboles más grandes, más rectos y más simétricos del mundo. Esta hoja fosilizada ha sido preservada por 50 millones de años, verificando que la planta nunca ha cambiado. Si, hace 50 millones de años, una especie poseía todas las características que aún tiene hoy, si no muestra ni un solo rastro de evolución, si ninguno de sus rasgos muestran alguna característica de ser un fósil de “eslabón perdido” intermedio —y no delatan una insuficiencia o un “ser primitivo,” en las palabras de los evolucionistas— entonces no se puede decir que esta especie ha evolucionado. Si una especie viviente no ha cambiado por millones de años y en la Tierra abunda la evidencia, entonces no es posible hablar de evolución.
Dies ist ein doppelseitiges, "spiegelbildliches" Fossil, welches so auf den beiden Seiten eines Steins zu sehen ist.