Dios garantiza al hombre la sabiduría y puede retirársela cuando quiera. (También la inteligencia la otorga Dios, pero ésta es constante y no varía con el paso del tiempo). El aumento de la sabiduría está en proporción a la cercanía a Dios.
Entonces, ¿qué significa ser “un hombre de entendimiento”? La respuesta nos la da el Corán. Los vanos deseos y las pasiones son las principales causas que dificultan el que nuestro corazón logre el conocimiento. Un ejemplo es la envidia. Uno no puede esperar que tenga sabiduría alguien cuya mente está ocupada con el sentimiento de la envidia. Bajo la influencia de los celos, se encuentra demasiado distraído. No puede dejar de pensar en la persona de la que está celoso, se enfada y siente rencor hacia ella. En este estado, su mente se encuentra quebrantada por los celos y permanece privado de la habilidad de pensar con claridad o de hacer valoraciones lógicas.
Todas las demás ambiciones y pasiones también son un impedimento para obtener la sabiduría. El atractivo de los bienes materiales y la riqueza influyen notablemente en el hombre. Una pasión desenfrenada por los bienes materiales esclavizan a la fuerza. Todas las capacidades mentales se concentran en modos de obtener más y más posesiones y dinero.
El miedo al futuro es la característica principal de un incrédulo. Vive una vida atormentada, llena de preocupaciones y miedos por si cae enfermo o pierde sus posesiones. Los incrédulos pasan horas planificando su futuro, sin duda el mayor obstáculo para disfrutar de un pensamiento lúcido. Los temores y las preocupaciones hacen que se sientan bajo presión y bloquean en gran medida sus capacidades mentales. El temor a la muerte influye en el hombre del mismo modo. Sólo pensar en ello hace que los corazones de los incrédulos se llenen de aflicción y sufrimiento. Sin embargo, la muerte sobreviene en un momento. A pesar de ello, sigue siendo causa de desasosiego para los incrédulos durante toda su vida. Sin embargo, para los creyentes la muerte no es algo por lo que sentirse apenado.
Éstos son los temores y pasiones que suponen un obstáculo para el entendimiento. El hombre, al convertirse en esclavo de los mismos, nunca se puede centrar en los asuntos de importancia que debe tener en cuenta. Una persona debe centrar todo su pensamiento en su Creador, que lo trajo de la no existencia a la gloriosa creación. Sin embargo, un corazón lleno de ambiciones mundanas no puede ocuparse en recordar a Dios. Sólo aquellos que se encuentran “dotados de entendimiento”, es decir, los que están libres de ambiciones, temores y egoísta avaricia pueden lograr un conocimiento profundo de Dios y obedecerle.
Las gentes de entendimiento son las que siguen las advertencias de Dios y que fácilmente aceptan la verdad que se les comunica. Nunca se muestran arrogantes. No insisten en sus faltas; cambian tan pronto como sienten que algo no está bien. Su propósito es encontrar argumentos para hallar la verdad, no imponer su opinión a los demás. Es por esto que Dios afirma que son los “(18) que escuchan [atentamente] cuanto se dice, y de eso siguen lo mejor.” Sura 39: As-Sumar (Las Multitudes)
Puesto que los incrédulos carecen de sabiduría y entendimiento, no pueden ver los grandes pecados que les rodean. Los cielos, la tierra y todo lo que existe entre ellos son signos de Dios pero un incrédulo no puede apreciarlo puesto que su visión está nublada por las ambiciones y los placeres mundanos. Pone todos sus esfuerzos en pequeños beneficios y deseos egoístas. Sin duda, su mente no llega a captar lo que Dios significa. Éste es el motivo por el que Dios invita a las “personas que razonan” que crean en Él. Dice una aleya:
(28) [Pero Moisés] prosiguió: "¡[Aquel de quien hablo es] el Sustentador del este y del oeste y de lo que hay entre ellos --[como sabríais] si tan sólo usarais vuestra razón!" Sura 26: Ash-Shuaara' (Los Poetas)
Resulta interesante cómo se dirige el Corán a los incrédulos: en primer lugar, Dios y Sus mensajeros los llaman hacia la sabiduría. Los mensajeros también llamaron a sus pueblos a la sabiduría. Las que siguen son algunas aleyas relacionadas con este tema:
(109) Y [aun] antes de ti, no enviamos [como emisarios Nuestros] sino a hombres a quienes inspiramos, [y a los que elegimos siempre] de entre la gente de las comunidades [a las que iba destinado el mensaje]. ¿Acaso, [quienes rechazan esta escritura divina] no han viajado por la tierra y no han visto qué les ocurrió al final a esos [negadores de la verdad] que vivieron antes que ellos? --y, ¿[no saben] que para quienes son conscientes de Dios la vida del más allá es ciertamente mejor [que este mundo]? ¿No vais, pues, a usar vuestra razón? Sura 12: Iusuf (José)
(65) ¡OH SEGUIDORES de una revelación anterior! ¿Por qué disputáis sobre Abraham, si la Tora y el Evangelio no fueron revelados sino [mucho] después de él? ¿Es que no vais a usar vuestra razón? Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán)
(10) [¡OH GENTES!] Hemos hecho descender ahora para vosotros una escritura divina que contiene todo aquello que debierais tener presente: ¿no vais, pues, a usar vuestra razón? Sura 21: Al-Anbiya’ (Los Profetas)
(151) Di: "¡Venid, que os comunique lo que Dios os ha prohibido [realmente]!: "No atribuyáis divinidad a nada junto con Él; y [no ofendáis contra ellos, sino] tratad bien a vuestros padres; y no matéis a vuestros hijos por miedo a la pobreza --[pues] Nosotros os proveeremos de sustento, a vosotros y a ellos; y no cometáis actos deshonestos, ya sea públicamente o en secreto; y no quitéis la vida --que Dios ha declarado sagrada-- a ningún ser humano, excepto en [cumplimiento de la] justicia: esto es lo que Él os ha ordenado para que uséis vuestra razón Sura 6: Al-Anaam (El Ganado)
(169) Y han sido sucedidos por [nuevas] generaciones que --[a pesar de] haber heredado la escritura divina-- se agarran sólo a los bienes pasajeros que este mundo les brinda y dicen: "Seremos perdonados," mientras que están prestos, si otro de tales bienes se les brinda, a agarrarlo [y pecar de nuevo]. ¿No se les tomó acaso el compromiso solemne, por medio de la escritura divina, de que no atribuirían a Dios nada excepto la verdad, y [no han] leído una y otra vez todo lo que contiene? Y la Otra Vida es la mejor [de las dos] para todos los que son conscientes de Dios --¿es que no vais a usar vuestra razón? Sura 7: Al-Aaraf (La Facultad del Discernimiento)
(16) Di: "Si Dios lo hubiera dispuesto [de otro modo] no os habría transmitido esta [escritura divina], ni Él os la habría dado a conocer. He permanecido entre vosotros toda una vida antes de que esta [revelación llegara a mí]: ¿Es que no vais a usar vuestra razón?" Sura 10: Iunus (Jonás)
(32) Esta vida no es sino juego y disfrute pasajero; y la morada en la Otra Vida es mucho mejor para quienes son conscientes de Dios. ¿No vais, pues, a usar vuestra razón? Sura 6: Al-Anaam (El Ganado)
Las únicas personas que pueden captar y comprender la evidencia de la creación de Dios y Su existencia son las personas que razonan:
(4) Y existen en la tierra [muchas] extensiones de terreno colindantes [que son sin embargo muy distintas entre sí] y [existen en ella] viñas, y campos de cereales, y palmeras que crecen en macizos de una misma raíz o bien solas, regados [todos] por una misma agua: y sin embargo, hemos favorecido a unos sobre otros en cuanto al alimento [que proporcionan al hombre y a los animales]. ¡Ciertamente, en todo esto hay en verdad mensajes para una gente que usa la razón! Sura 13: Ar-Raad (El Trueno)
(65) Di: "Sólo Él tiene el poder para hacer que os llegue el castigo desde encima de vosotros o de debajo de vuestros pies, o para hundiros en la confusión de la discordia y haceros probar el miedo unos de otros." Observa con que claridad exponemos estos mensajes, para que alcancen a comprender la verdad; Sura 6: Al-Anaam (El Ganado)
(98) Y Él es quien os ha creado [a todos] de un solo ente vivo, y [os ha designado a cada uno] un plazo [en la tierra] y un lugar de reposo [después de la muerte]: ¡en verdad, hemos expuesto con claridad estos mensajes para una gente que comprende la verdad! Sura 6: Al-Anaam (El Ganado)
(61)… De esta forma os clara Dios Sus mensajes, para que [aprendáis a] usar vuestra razón. Sura 24: An-Nur (La Luz)
(67) Y [os damos alimento] del fruto de las palmeras y de las vides: de él obtenéis embriagantes y también sustento saludable --¡ciertamente, en esto hay en verdad un mensaje para gente que hace uso de la razón! Sura 16: An-Nahl (La Abeja)
(12) Y ha puesto a vuestro servicio a la noche y al día, al sol y a la luna; y todas las estrellas están sujetas a Su mandato: ¡ciertamente, en esto hay en verdad mensajes para gente que hace uso de la razón! Sura 16: An-Nahl (La Abeja)
(28) Él os plantea una parábola tomada de vuestra propia vida: ¿[Aceptaríais] tomar a algunos de esos que poseen vuestras diestras como socios [de pleno derecho] en lo que os hemos dado como sustento, de forma que vosotros [y ellos] tuvierais partes iguales en ello, y tuvierais miedo de [hacer uso de ello sin consultarles a] ellos, como teméis a [los más poderosos de entre] vuestros iguales?" Así de claro exponemos estos mensajes para una gente que hace uso de la razón. Sura 30: Ar-Rum (Los Bizantinos)
(28) [Pero Moisés] prosiguió: "¡[Aquel de quien hablo es] el Sustentador del este y del oeste y de lo que hay entre ellos --[como sabríais] si tan sólo usarais vuestra razón!" Sura 26: Ash-Shuaara' (Los Poetas)
(24) Y entre Sus portentos está que os muestre el relámpago, evocador de miedo y de esperanza, y que haga caer agua del cielo, dando vida con ella a la tierra cuando estaba muerta: ¡ciertamente, en esto hay en verdad mensajes para una gente que hace uso de la razón! Sura 30: Ar-Rum (Los Bizantinos)
Existen diferentes niveles de sabiduría. El grado hasta el cual alguien purifica su corazón de los deseos mundanos y del egoísmo determina su nivel de sabiduría. El apego que uno siente por esta vida y por seguir sus vanos deseos también son factores determinantes del nivel de sabiduría.
El hombre o bien obedece a Dios o bien a sus vanos deseos. Cuando obedece a Dios, se salva de las limitaciones de sus deseos y adquiere sabiduría. Lo contrario también es cierto: el culto a sus deseos implica reprogramar todos sus pensamientos y comportamiento para dar gusto a las ilimitadas aspiraciones del alma.
En el caso en que los deseos controlen el alma, también se sella el corazón. Se vuelve tosco ante la iluminación divina. Así, el corazón pierde su característica de “razonar” y se vuelve torpe y pierde su sensibilidad. En este estado, el hombre no cumple con sus actos espirituales. Es decir, no puede ejercitar su sabiduría. Mientras tanto, el individuo no se da cuenta de que ha perdido su capacidad de razonamiento, puesto que también ha perdido los criterios por los que distinguir entre el bien y el mal, lo verdadero y lo falso. Aunque alguien que adquiere sabiduría siempre nota este cambio positivo que experimenta, no ocurre lo mismo al contrario. Es como el caso de un hombre que se desmaya o que entra en coma; en ambos casos nunca sabrá qué le ha pasado hasta que se recupere.
El Corán también explica el estado en el que se encuentran los desprovistos de sabiduría:
(171) Y así, la parábola de aquellos que se empeñan en negar la verdad es la de una bestia que al oír el grito del pastor no percibe sino el sonido de una voz y una llamada. Son sordos, mudos y ciegos: porque no usan su razón Sura 2: Al-Baqara (La Vaca)