La determinación es el atributo más significativo de un creyente. Éste nunca pierde su entusiasmo ni devoción. Su objetivo sólo es ganarse el favor de Dios. Es por ello que ninguna dificultad supone un obstáculo a su empeño. Un creyente nunca da importancia a lo que los demás piensan o dicen de él. Su único propósito consiste en merecer el favor de su Señor y por ello diseña su vida en consecuencia.
Ciertamente, Dios pone a prueba la determinación de los creyentes de varias formas, ya sea ocasionándoles problemas periódicamente o haciendo que padezcan dificultades. Se dan detalles de estas pruebas en la aleya que sigue:
(155) Y ciertamente os pondremos a prueba por medio del peligro, del hambre, de la perdida de bienes, de vidas y de frutos [del trabajo]. Pero da buenas nuevas a los que son pacientes en la adversidad -- Sura 2: Al-Baqara (La Vaca)
Sin embargo, un creyente que está totalmente comprometido muestra paciencia bajo cualquier circunstancia. Dios elogia esta actitud de los creyentes:
(146) Y ¡cuantos profetas han tenido que combatir [por la causa de Dios], junto a muchos hombres consagrados a Dios: y no desfallecieron a pesar de todo lo que tuvieron que sufrir por la causa de Dios, ni flaquearon, ni se humillaron [ante el enemigo], ya que Dios ama a quienes son pacientes en la adversidad; (147) y tan sólo decían: "¡Oh Sustentador nuestro! ¡Perdónanos nuestras ofensas y la falta de moderación en nuestras acciones! ¡Haz firmes nuestros pasos y auxílianos contra las gentes que niegan la verdad!" Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán)
La falta de compromiso, por otra parte, es un rasgo de los que tienen el corazón enfermo. La aleya que sigue confirma este hecho:
(45) sólo te piden dispensa quienes no creen [realmente] en Dios y en el Último Día y cuyos corazones son presa de la duda y que, en su duda, vacilan entre una cosa y otra. Sura 9: At-Tauba (El Arrepentimiento)
Además de las adversidades, de los problemas y de las aflicciones, la prosperidad y la opulencia también hacen tambalear la determinación de la gente. El bienestar atenúa el entusiasmo y la emoción de las personas. En el Corán, se señala como una característica de los incrédulos el ser insolentes y volver la espalda a Dios después de haber recibido Sus favores. Dios lo explica en esta aleya:
(12) Pues [así es:] cuando al hombre le aflige una desgracia, Nos invoca, ya esté echado sobre su costado, sentado o de pie; pero tan pronto como le libramos de su aflicción, continúa como si nunca Nos hubiera invocado por la desgracia que le afligía. Así es como aparecen gratas a los ojos de quienes se dilapidan a sí mismos sus propias acciones. Sura 10: Iunus (Jonás)
Sin embargo, éste no es el caso de los creyentes. La prosperidad, grandeza, dinero o poder nunca cambian la actitud de un creyente. Éste sabe bien que todos estos favores provienen de Dios y que Él se los puede quitar en cualquier momento. Por tanto, nunca se deleita en sus propias hazañas.
Desear el Más Allá y aspirar a él con todas sus fuerzas, así como evitar la extravagancia en sus asuntos cotidianos, son indicios de la determinación que muestran los creyentes. Una aleya reza:
(19) Pero quienes desean [el bien de] la Otra Vida, y se esfuerzan por ello con el esfuerzo debido, y además son [verdaderos] creyentes --¡esos serán los que vean recompensado [por Dios] su esfuerzo! Sura 17: Al-Isra’ (El Viaje Nocturno)
Dios ordena no desfallecer nunca, lo que demuestra un entusiasmo incesante.
(139) No desfallezcáis, pues, ni estéis tristes: porque seréis superiores si sois [realmente] creyentes. Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán)
La determinación es una característica significativa de los creyentes, que cumplen lo que se espera de ellos y muestran una determinación inalterable hasta el día de su muerte.
(23) Entre los creyentes hay hombres que han sido [siempre] fieles a su compromiso con Dios: algunos de ellos lo han cumplido [ya] con su muerte, y otros esperan aún [su cumplimiento] sin haber cambiado [su resolución] en lo más mínimo. Sura 33: Al-Ahsab (La Coalición)
Por el contrario, los hipócritas muestran un comportamiento y actitud inconstantes, y cambian dependiendo del tipo de gente con el que se relacionen. Cuando los creyentes logran una vict oria, los hipócritas quieren compartir su éxito, mientras que en periodo de dificultades se alejan de ellos. Sin duda, éste es un claro indicio de su naturaleza hipócrita.
En una aleya, Dios habla de la comunidad de Kahf (la cueva), cuyos corazones fortaleció: Sura 18: Al-kahf (La Cueva) “(14) y fortalecimos sus corazones, de forma que se levantaron y dijeron [entre sí]: "¡Nuestro Sustentador es el Sustentador de los cielos y la tierra. Nunca invocaremos a una deidad distinta de Él: [si lo hiciéramos,] habríamos proferido en verdad una atrocidad!” Aquí se establece el mejor ejemplo para los creyentes en cuanto a la determinación, puesto que fueron leales a Dios en una comunidad de incrédulos. La continuidad en la adoración y en mostrar una excelencia moral también es importante en términos de consistencia. Sólo la muerte pone fin a la determinación de un creyente. Un creyente es responsable de mostrar paciencia y de cumplir con su compromiso con Dios hasta que le llega la muerte.
(10) Ciertamente, todos los que te juran fidelidad, juran fidelidad a Dios: la mano de Dios está sobre sus manos. Así pues, quien rompe su juramento, lo rompe en contra de sí mismo: mientras que a quien sea fiel a lo que ha jurado a Dios, Él le dará una magnífica recompensa. Sura 48: Al-Fath (La Victoria)