En los capítulos anteriores hemos hecho énfasis en que el alma humana cuenta con dos facetas diferentes: una que inspira el mal y las acciones pecaminosas, y otra que protege de las inculcaciones de la maldad. La sabiduría y la falta de ella se encuentran íntimamente relacionadas con estas dos facetas, puesto que el Corán nos informa de que la consecuencia de seguir los deseos y caprichos es la ignorancia. Por otro lado, ceñirse a la mejor parte del alma trae consigo la sabiduría.
Una persona que se convierte en esclava de sus deseos y caprichos y, de ese modo, no se preocupa de recordar a Dios, pierde muy pronto su sapiencia. El Corán se refiere a estas personas como (14) “gente que no razona” Sura 59: Al-Hashr (La Concentración). La mayoría de la gente da por hecho que todo el mundo tiene sabiduría, siempre constante y al mismo nivel, sin que cambie con el paso del tiempo o las circunstancias. Sin embargo, existe confusión debido al uso de los conceptos “inteligencia” y “sabiduría” como sinónimos. Todos podemos ser inteligentes, pero la sabiduría sólo la posee quien tiene fe.
Sabiendo que el guiarse por el lado pecaminoso del alma hace que el hombre se vea privado de sabiduría, ¿de qué modo podríamos adquirirla? La respuesta resulta obvia: la sabiduría se adquiere cuando el hombre obedece a su conciencia, que le inspira modos de impedir que aparezca lo malo de su alma. La sabiduría, tal y como se refiere a ella el Corán, es un principio que se experimenta en el alma. En más de una aleya existe una referencia explícita a “los corazones que adquieren sabiduría”. Consecuentemente, podemos dilucidar claramente que la verdadera sabiduría es muy diferente de la inteligencia (una mera función del cerebro).
La sabiduría se halla en el corazón, en el alma del hombre. El Corán apunta al hecho de que la sabiduría está en el corazón, y que la gente que está desprovista de ella carecen de entendimiento únicamente porque sus corazones están sellados. Las siguientes son algunas aleyas relacionadas con lo dicho:
(46) ¿Acaso no han viajado por la tierra, de forma que sus corazones adquieran sabiduría, y sus oídos puedan oír? ¡Pues, ciertamente, no son los ojos los que se vuelven ciegos --sino que se vuelven ciegos los corazones que encierran los pechos! Sura 22: Al-Hach (La Peregrinación)
(179) Y ciertamente hemos destinado al infierno a muchos seres invisibles y hombres que tienen corazones con los que no comprenden la verdad, ojos con los que no ven y oídos con los que no oyen. Son como el ganado --¡que va! son aún menos conscientes del camino recto: ¡ellos, precisamente, son los [realmente] inconscientes! Sura 7: Al-Aaraf (La Facultad del Discernimiento)
(87) Preferían quedarse con los que quedaban atrás --y por eso sus corazones han sido sellados, de forma que no pueden comprender la verdad. Sura 9: At-Tauba (El Arrepentimiento)
(46) pues, hemos puesto sobre sus corazones velos que les impiden comprenderlo, y sordera en sus oídos. Y, por eso, siempre que al recitar el Qur’án mencionas a tu Sustentador como el único Ser Divino, [te] vuelven la espalda en repulsa. Sura 17: Al-Isra’ (El Viaje Nocturno)
En el Corán se afirma que sólo las personas cuyo “corazón está despierto” prestarán oído y tendrá fe.
(37) Ciertamente, en todo esto hay en verdad un recordatorio para todo aquel cuyo corazón está despierto --o sea, [aquel] que presta oído con una mente consciente -- Sura 50: (Qaf)
Por tanto, la sabiduría a la que se refiere el Corán está directamente relacionada con el corazón y el alma.
Llegados a este punto, merece la pena mencionar que la sabiduría no es algo constante sino variable. La inteligencia, una función del cerebro, no cambia si no es debido a una lesión o enfermedad mental. Todo el mundo tiene un cociente intelectual constante. Por el contrario, la sabiduría puede aumentar o disminuir, una característica íntimamente relacionada al fortalecimiento del alma y al temor de Dios (taqwa). De este modo, el individuo adquiere un criterio con el que distinguir entre el bien y el mal. Esta característica, que es del todo metafísica, se notifica al hombre en la aleya siguiente:
(29) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Si os mantenéis conscientes de Dios, Él os dará un criterio por el que discernir lo verdadero de lo falso, borrará vuestras malas acciones y os perdonará: pues Dios posee una generosidad infinita. Sura 8: Al-Anfal (El Botín)
Aquel que no teme a Dios se halla completamente privado de este criterio por el que discernir lo verdadero de lo falso. Una persona puede ser muy inteligente, puede que sea un físico o sociólogo prominente, o una persona “distinguida” de la sociedad, puede haber conseguido notables logros pero, si no tiene conciencia, es seguro que carece del verdadero espíritu y, por tanto, de la verdadera sabiduría. Aunque se trate de un renombrado científico que haya descubierto los misterios del cuerpo humano, no posee el espíritu ni el entendimiento para imaginarse al Creador de ese cuerpo. En vez de expresar su asombro al contemplar las maravillas de la Creación y alabar a Dios, se elogia a sí mismo por este descubrimiento. Este científico es sin duda alguien que (23) “hace de sus deseos su dios, y a quien Dios [entonces] ha dejado que se extravíe” Sura 45: Al-Yáziya (Arrodillada).
Sin embargo, como se afirma en el sura “El trueno” (Ar-Raad), los creyentes son (28) aquellos que creen, y cuyos corazones encuentran sosiego en el recuerdo de Dios-- pues, en verdad, en el recuerdo de Dios encuentran los corazones [de los hombres] su sosiego --: Sura 13: Ar-Raad (El Trueno)
Por el contrario, el estado en que se encuentran los corazones de los incrédulos se describe en la aleya siguiente:
(7) Dios ha sellado sus corazones y sus oídos, y sobre sus ojos hay un velo; les espera un tremendo castigo. Sura 2: Al-Baqara (La Vaca)
(167) …Aquel día estuvieron más cerca de la apostasía que de la fe, y decían con sus bocas lo que no estaba en sus corazones, pero Dios tenía pleno conocimiento de lo que trataban de ocultar. Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán)
Una persona inteligente puede carecer de entendimiento y de la facultad de distinguir entre el bien y el mal. Puede que dicha persona idee un invento ingenioso, puede que sea un inteligente hombre de negocios, o que destaque en política, pero carece por completo de la percepción del bien y del mal. Aunque se le notifica constantemente, permanece sordo y ciego al mensaje del Corán. Es una exteriorización manifiesta de su falta de entendimiento.
(87)”… sus corazones han sido sellados, de forma que no pueden comprender la verdad.” (Sura 9: At-Tauba (El Arrepentimiento)) es una afirmación importante en el Corán, que indica la significancia del corazón en lo que se refiere al entendimiento.
En el Corán se ha dedicado un espacio considerable a analizar la relación entre el corazón y el comportamiento humano. Esta relación se puede clasificar en varios epígrafes:
(24) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Responded a la llamada de Dios y del Enviado cuando os llama a lo que habrá de daros vida; y sabed que Dios interviene entre el hombre y [los deseos de] su corazón, y que ante Él seréis congregados. Sura 8: Al-Anfal (El Botín)
(63) cuyos corazones Él ha unido: [pues,] aunque hubieras gastado todo lo que hay en la tierra, tú no habrías sido capaz de unir sus corazones: pero Dios los ha unido. En verdad, Él es todopoderoso, sabio. Sura 8: Al-Anfal (El Botín)
(103) Y aferraos, todos juntos, al pacto con Dios y no os separéis. Y recordad las bendiciones que Dios os ha concedido: y cómo, cuando erais enemigos, unió vuestros corazones, de forma que por Su bendición habéis llegado a ser hermanos; y [cómo, cuando] estabais al borde de un abismo de fuego, os libró de él.
Así os explica Dios Sus mensajes, para que podáis hallar la guía, Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán)
(93) Y, he ahí, que aceptamos vuestro solemne compromiso y levantamos el monte Sinaí por encima de vuestras cabezas, [y os dijimos]: "¡Tomad con [toda vuestra] fuerza lo que os hemos dado y escuchad!"
[Pero] dicen: "Oímos, pero desobedecemos" --porque sus corazones se han llenado a rebosar de amor al becerro [de oro] por su negativa a aceptar la verdad.
Di: "¡Que malo es lo que os ordena esta [falsa] creencia vuestra --si en verdad sois creyentes!" Sura 2: Al-Baqara (La Vaca)
(32) Esto es [algo que debéis tener presente]. Y quien honre los símbolos que Dios ha consagrado [sabrá que,] en verdad, estos [símbolos derivan su valor] de la conciencia de Dios (devoción) en los corazones [de los creyentes]. Sura 22: Al-Hach (La Peregrinación)
(60) Las ofrendas dadas por Dios son sólo para los pobres, los necesitados, los que se ocupan de ellas, aquellos cuyos corazones deben ser reconciliados, para la liberación de seres humanos de la esclavitud, [para] aquellos que están agobiados por deudas, [para toda lucha] por la causa de Dios y [para] el viajero: [esta es] una prescripción de Dios --y Dios es omnisciente, sabio. Sura 9: At-Tauba (El Arrepentimiento)
--(28) aquellos que creen, y cuyos corazones encuentran sosiego en el recuerdo de Dios-- pues, en verdad, en el recuerdo de Dios encuentran los corazones [de los hombres] su sosiego – Sura 13: Ar-Raad (El Trueno)
(113) Dijeron: "Queremos sólo participar de él, para que se tranquilicen nuestros corazones y saber así que nos has dicho la verdad, y para que seamos de los que dan testimonio." Sura 5: Al-Ma’ida (El Ágape)
(54) Y [Dios anula los infundios de Satán] para que quienes están dotados de conocimiento [innato] sepan que esta [escritura divina] es la verdad venida de tu Sustentador, y que crean en ella, y que sus corazones se sometan con humildad a Él. Pues, ciertamente, Dios guía al camino recto a los que han llegado a creer Sura 22: Al-Hach (La Peregrinación)
(126) Y Dios dispuso [que Su enviado dijera] esto sólo para que fuera una buena nueva para vosotros y para tranquilizar vuestros corazones --pues el auxilio no viene sino de Dios, el Poderoso, el Realmente Sabio Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán)
(120) Y [recuerda:] de todas las historias de los profetas [antiguos] te transmitimos [sólo] aquello con lo que [queremos] dar firmeza a tu corazón: [44] pues por medio de estas [reseñas] te llega la verdad, y también una advertencia y un recordatorio para todos los creyentes. Sura 11: (Hud)
(42) Y NO PENSÉIS que Dios está desatento a lo que hacen los malhechores: sólo les concede una prórroga hasta el Día en que sus ojos se quedarán fijos de horror, (43) mientras corren confusos de un lado para otro, levantadas sus cabezas [en súplica], incapaces de apartar los ojos de lo que contemplan, y en sus corazones un vacío atroz. Sura 14: Ibrahim (Abraham)
(151) Infundiremos el terror en los corazones de quienes se empeñan en negar la verdad porque atribuyen divinidad a seres que asocian a Dios --[algo] para lo que Él nunca ha hecho descender autorización; y su destino es el fuego --¡que horrible morada la de los malhechores! Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán)
(45) Y no obstante, siempre que Dios es mencionado solo, los corazones de los que no creen en la Otra Vida se contraen de aversión --mientras que cuando son mencionados esos [poderes imaginarios] aparte de Él, ¡he ahí que se llenan de gozo! Sura 39: As-Sumar (Las Multitudes)
(113) Para que los corazones de aquellos que no creen en la Otra Vida se inclinen a tales [engaños] y se complazcan en ellos y obtengan así su merecido. Sura 6: Al-Anaam (El Ganado)
(156) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! No seáis como quienes se empeñan en negar la verdad, que dicen de sus hermanos [que han muerto] después de haber emprendido viaje a un lugar lejano o haber salido de incursión: "Si se hubieran quedado con nosotros, no habrían muerto," o, "no les habrían matado" --porque Dios hará que esto sea una fuente de angustia en sus corazones, pues es Dios quien da la vida y da la muerte. Y Dios ve todo lo que hacéis. Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán)
(167) y distinga a quienes están contaminados por la hipocresía, y cuando se les dijo: "Venid a combatir por la causa de Dios" --o, "Defendeos"-- respondieron: "Si supiéramos tan sólo [que habría de acabar en] combate, ciertamente os seguiríamos." Aquel día estuvieron más cerca de la apostasía que de la fe, y decían con sus bocas lo que no estaba en sus corazones, pero Dios tenía pleno conocimiento de lo que trataban de ocultar: Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán)
(118) ¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! No toméis por amigos íntimos a quienes no son como vosotros. No cejan en su empeño de corromperos; desearían veros afligidos. Sus bocas han revelado ya su odio, pero lo que sus corazones ocultan es aún peor. Ciertamente, os hemos aclarado los signos [de esto], si tan sólo usarais vuestra razón. Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán)
(110) el edificio que han construido no cesará de ser una fuente de profundo desasosiego en sus corazones hasta que sus corazones se hagan pedazos. Y Dios es omnisciente, sabio. Sura 9: At-Tauba (El Arrepentimiento)
(8) "¡Oh Sustentador nuestro! No hagas que nuestros corazones se desvíen de la verdad después de habernos guiado; y concédenos el regalo de Tu misericordia: en verdad, Tú eres el [verdadero] Dador de Regalos. Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán)
(117) EN VERDAD, Dios se ha vuelto en Su misericordia al Profeta, y a quienes han abandonado el ámbito del mal y a quienes han amparado y ayudado a la Fe --[todos] aquellos que le siguieron en una hora de aflicción, cuando los corazones de algunos otros creyentes casi se habían desviado de la fe.
Y de nuevo se ha vuelto a ellos en Su misericordia --pues, ciertamente, Él es muy compasivo con ellos, dispensador de gracia. Sura 9: At-Tauba (El Arrepentimiento)
(118) Y [sólo] quienes carecen de conocimiento dicen: "¿Por que Dios no nos habla, ni se nos muestra un signo [milagroso]?" Otro tanto dijeron quienes les precedieron: sus corazones se asemejan. Ciertamente, hemos hecho claros los signos para aquellos dotados de certeza interior. Sura 2: Al-Baqara (La Vaca)
(8) ¿Cómo [podría ser de otro modo]? --cuando, si aquellos [que son hostiles a vosotros] os derrotaran, no respetarían ningún compromiso [con vosotros,] ni ninguna obligación de protegeros. Pretenden complaceros con sus bocas, pero sus corazones son adversos [a vosotros]; y la mayoría de ellos son perversos. Sura 9: At-Tauba (El Arrepentimiento)
(14) LOS BEDUINOS dicen: "Hemos llegado a creer."
Di[-les, Oh Muhammad]: "No habéis llegado [aún] a creer; decid, más bien: ‘Nos hemos sometido [externamente]’ –pues la [verdadera] fe no ha entrado aún en vuestros corazones. Pero si obedecéis [realmente] a Dios y a Su Enviado, Él no dejará que se pierda nada de vuestras obras: pues, ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia." Sura 49: Al-Huyurat (Las Habitaciones Privadas)
(10) En sus corazones hay enfermedad, y por eso Dios deja que aumente su enfermedad; y les espera un penoso sufrimiento por sus continuas mentiras. Sura 2: Al-Baqara (La Vaca)
(52) Y sin embargo puedes ver como aquellos en cuyos corazones hay enfermedad compiten entre ellos por su simpatía diciéndose [a sí mismos]: "Tememos que la suerte nos sea adversa." Pero pudiera ser que Dios dé éxito [a los creyentes] o algún [otro] asunto de Su designio, y entonces a esos [indecisos] les remorderá la conciencia por los pensamientos que secretamente albergaron dentro de sí – Sura 5: Al-Ma’ida (El Ágape)
(53) [Y Él permite que surjan dudas] para hacer que los infundios de Satán [contra Sus profetas] sirvan de prueba a todos aquellos en cuyos corazones hay enfermedad y todos aquellos cuyos corazones están endurecidos: pues, ciertamente, los que [así] pecan [contra sí mismos] están en un profundo error. Sura 22: Al-Hach (La Peregrinación)
(74) Y sin embargo, después de esto, vuestros corazones se endurecieron y se volvieron como piedras, o aún más duros, porque hay piedras de las que brotan arroyos; y otras que cuando son quebradas mana de ellas el agua; y otras que se vienen abajo por temor de Dios. ¡Y Dios no está desatento a lo que hacéis! Sura 2: Al-Baqara (La Vaca)
(43) sin embargo, cuando la desgracia que les habíamos decretado se abatió sobre ellos, no se hicieron humildes, sino que se endurecieron sus corazones, porque Satán hizo grato a sus ojos lo que hacían Sura 6: Al-Anaam (El Ganado)
(22) ¿Puede, entonces, [compararse a] aquel cuyo pecho Dios ha abierto a la sumisión a Él, de forma que está iluminado por una luz [que emana] de su Sustentador, [con el que es ciego y sordo de corazón]?
¡Ay, pues, de esos cuyos corazones se han endurecido al recuerdo de Dios! ¡Están, en verdad, claramente extraviados! Sura 39: As-Sumar (Las Multitudes)
(155) Y [les castigamos] por violar su compromiso, por negarse a aceptar los mensajes de Dios, por matar a los profetas contra todo derecho y por alardear diciendo: "Nuestros corazones están ya rebosantes de conocimiento" --¡No!, sino que Dios ha sellado sus corazones por haber negado la verdad, y [ahora] creen sólo en unas pocas cosas--; Sura 4: An-Nisa’ (Las Mujeres)
(24) ¿No van, pues, a reflexionar sobre este Qur’án? --¿o es que están sus corazones cerrados con candado? Sura 47: Muhammad
(100) ¿No les resulta obvio a aquellos que han heredado la tierra tras el paso de anteriores generaciones que, si quisiéramos, podríamos afligirles [también] a ellos por medio de sus pecados, sellando sus corazones de forma que no puedan oír [la verdad]? Sura 7: Al-Aaraf (La Facultad del Discernimiento)
(7) Dios ha sellado sus corazones y sus oídos, y sobre sus ojos hay un velo les espera un tremendo castigo. Sura 2: Al-Baqara (La Vaca)
– (35) los que cuestionan los mensajes de Dios sin tener potestad alguna para ello: [un pecado] sumamente detestable para Dios y para aquellos que han llegado a creer. Así sella Dios todo corazón altivo, arrogante." Sura 40: Gáfir (Que Perdona)
(41) ¡OH ENVIADO! No te aflijas por aquellos que compiten entre sí en negar la verdad: como aquellos que dicen con sus bocas, "Creemos", pero sus corazones no creen; y como aquellos seguidores del judaísmo que escuchan ávidamente cualquier falsedad, escuchan ávidamente a otra gente sin venir a ti [en busca de aclaración]. Tergiversan el sentido de las palabras [reveladas], sacándolas de su contexto y diciendo [entre ellos]: "¡Si tal o cual [enseñanza] os es dada a vosotros, aceptadla; pero si no os es dada a vosotros, poneos en guardia!" [No te aflijas por ellos --] pues, si Dios dispone que alguien sea tentado al mal, no podrás tú obtener de Dios nada en su favor. Esos son aquellos a quienes Dios no quiere purificar sus corazones. Sufrirán ignominia en esta vida y un terrible castigo en la Otra Vida; Sura 5: Al-Ma’ida (El Ágape)
(74) Y LUEGO, después de él, enviamos [a otros] emisarios --cada uno a su gente-- y les trajeron todas las pruebas de la verdad; pero no estaban dispuestos a creer en algo que ya hubieran desmentido antes: así es como sellamos los corazones de quienes [acostumbran a] transgredir los límites de lo correcto. Sura 10: Iunus (Jonás)
(101) A esas comunidades [anteriores] --algunas de cuyas historias te relatamos ahora-- les llegaron ciertamente sus enviados con todas las pruebas de la verdad; pero no estaban dispuestos a creer en algo que ya hubieran desmentido antes: así es como Dios sella los corazones de los que rechazan la verdad; Sura 7: Al-Aaraf (La Facultad del Discernimiento)
(93) Sólo merecen en justicia la reprobación quienes te pidieron dispensa estando en perfectas condiciones [de ir a la guerra]. Se alegraron de quedarse con los que quedaron atrás --por eso Dios ha sellado sus corazones de forma que no saben [lo que hacen]. Sura 9: At-Tauba (El Arrepentimiento)
(46) Di: "¿Qué os parece? Si Dios os privara del oído y de la vista y sellara vuestros corazones --¿que deidad sino Dios podría devolvéroslos?" ¡Ved cómo aclaramos Nuestros mensajes-- y aún así se apartan ellos con desdén! Sura 6: Al-Anaam (El Ganado)
Las aleyas anteriores revelan una importante realidad: la fe está ligada a la sensibilidad del corazón. Una persona que no tiene el corazón endurecido, o “sellado”, ya cuenta con una tendencia a saber de Dios y a obedecerle. Cuando se le transmite el mensaje del Corán, el entendimiento de su corazón hace que vea la verdad e inmediatamente cree. Sin embargo, los incrédulos son de una naturaleza diferente. Sus corazones están sordos y “sellados”. No pueden adquirir sabiduría porque sus corazones no tienen ninguna sensibilidad. En tal condición, tampoco existe la posibilidad de creer. En varias aleyas del Corán se dice a aquellos que se inclinan a la fe que crean tan pronto como escuchen el mensaje. Por el contrario, los incrédulos nunca están inclinados a la fe. Las aleyas que tratan este tema son:
(7) De hecho, la palabra [dictada por Dios] acabará haciéndose realidad para la mayoría de ellos: pues no están dispuestos a creer.
(8) Ciertamente, les hemos puesto cadenas alrededor del cuello, que les llegan hasta el mentón, de forma que sus cabezas quedan erguidas; (9) y hemos colocado una barrera delante de ellos y una barrera detrás de ellos, y les hemos envuelto en velos, de modo que no pueden ver: (10) por eso, les da lo mismo que les adviertas o que no: no creerán.
(11) Tú sólo puedes advertir [realmente] a quien está dispuesto a tomar en serio la amonestación, y que teme al Más Misericordioso aun estando Él fuera del alcance de la percepción humana: ¡a ése, anúnciale la buena nueva del perdón [de Dios] y de una espléndida recompensa! Sura 36: Ia Sin (Oh Tú, Ser Humano)
(6) EN VERDAD, aquellos que insisten en negar la verdad--es igual que les adviertas o que no les adviertas: no creerán. (7) Dios ha sellado sus corazones y sus oídos, y sobre sus ojos hay un velo les espera un tremendo castigo. Sura 2: Al-Baqara (La Vaca)
(80) [Pero,] en verdad, tú no puedes hacer que oigan los muertos: y no puedes hacer [tampoco] que los sordos [de corazón] escuchen esta llamada cuando [te] dan la espalda y se marchan, (81) como tampoco puedes guiar a los ciegos [de corazón] para que salgan de su error; no puedes hacer que escuchen sino aquellos que [están dispuestos a] creer en Nuestros mensajes, y que se someten a Nosotros. Sura 27: An-Naml (Las Hormigas)
Además de los incrédulos cuyos corazones se han endurecido y que han perdido su sabiduría, hay algunas personas cuyos corazones tienen sensibilidad pero aún ignoran la religión. Cuando ésta se les hace llegar, inmediatamente reconocen la verdad y creen en Dios y en Su religión. Estos dos grupos se distinguen por su arrogancia y modestia respectivamente. (Estudiaremos en detalle la arrogancia y la modestia más adelante). En el Corán se menciona a los judíos y su arrogancia como ejemplo. Por otra parte, hay cristianos que son modestos. Sobre esto, dice el Corán:
(82) Hallarás sin duda que los mayores adversarios de los que creen [en esta escritura divina] son los judíos y los que se obstinan en atribuir divinidad a algo junto con Dios; y hallarás sin duda que las gentes más próximas en afecto a los que creen [en esta escritura divina] son los que dicen: "En verdad, somos cristianos": porque entre ellos hay sacerdotes y monjes, y porque no son arrogantes. (83) Pues, cuando llegan a entender lo que se ha hecho descender sobre este Enviado, puedes ver como sus ojos se llenan de lágrimas porque reconocen algo de su verdad; [y] dicen: "¡Oh Sustentador nuestro! Creemos; inscríbenos, pues, entre los que dan testimonio de la verdad. Sura 5: Al-Ma’ida (El Ágape)
Cuando se comunica el mensaje del Corán a la gente que cuenta con una inclinación natural a la religión, simplemente dicen: (193) "¡Oh Sustentador nuestro! He aquí que hemos oído una voz que [nos] llamaba a la fe: ‘¡Creed en vuestro Sustentador!’ --y hemos creído… Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán). Los incrédulos, por el contrario, se oponen a los creyentes e incluso les son hostiles.