Y el cielo, lo construimos con fuerza. Y, ciertamente, asignamos un vasto espacio. (Corán,15:47)
No cabe ninguna duda de que el más grande de los milagros es la entrega del Corán a nuestro Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), pues el mismo contiene verdades reveladas cuyos significados sólo se han podido develar recientemente, a pesar de que fue enviado a la humanidad hace 1.400 años.
Dios es el creador de todo: los planetas, las estrellas, el universo completo; los seres humanos, los animales, lo animado y lo inanimado. Nuestro Señor es conocedor de todo, incluso de lo que nosotros aún no hemos descubierto, informándonos de algo de eso en el Corán. El carácter milagroso del Corán queda expuesto cuando, con el permiso de Dios, comprobamos científicamente cosas anunciadas o manifestadas en el mismo.
El Corán habla de muchos sucesos que luego fueron descubrimientos científicos. Aquí, sólo trataremos algunos de ellos. (Para más información, pueden remitirse al libro Los Milagros del Corán.)
En el versículo que sigue abajo, y en muchos otros, se describe el origen del universo:
En la primera sección del libro describimos en detalle cómo pasó a existir el universo de la nada hace 15 mil millones de años. En otras palabras, el universo pasó a existir repentinamente de la nada.
Sólo la ciencia del siglo veinte hizo posible que lográramos evidencia científica de ese gran evento. Por lo tanto era imposible tener ese conocimiento hace 1.400 años. Pero, como se menciona en el versículo anterior, Dios reveló por primera vez esta realidad en el Corán. Se trata de un milagro del Corán y algo que evidencia que éste es la Palabra de Dios.
Muchos de ustedes saben que nuestro mundo y los demás planetas orbitan alrededor del Sol. En verdad, no sólo en nuestro Sistema Solar orbitan astros, sino que todos los cuerpos celestes en el universo transitan órbitas separadas. Eso significa que todos ellos se mueven en senderos muy bien definidos. Esta verdad científica develada recientemente, fue revelada hace 1.400 años:
Como se puede ver, también aquí Dios nos informa de un hecho científico descubierto recientemente. Cuando el Corán fue revelado las personas no sabían que los cuerpos celestes se movían permanentemente en órbitas. Pero Dios lo sabe todo y revela lo que quiere a Sus siervos según Su voluntad.
Una propiedad de los mares descubierta recientemente ya fue revelada en el Corán:
Dicha propiedad de los mares de encontrarse pero no mezclarse para nada, como si hubiese entre ellos una pared delgada, fue descubierta hace poco por los oceanógrafos y ocurre debido a lo que se denomina "tensión superficial", es decir, debido a la diferencia en la densidad de sus aguas.
Lo interesante de lo mencionado es que en una época en la que la gente desconocía la tensión superficial y los estudios propios de la física o de la oceanografía, esto era revelado en el Corán.
Cuando el Corán fue revelado la astronomía percibía el mundo de forma diferente a la actual. En aquel entonces algunos pensaban que la tierra era plana y cosas por el estilo. Es decir, no se conocía la redondez de nuestro planeta. Fue a través del Corán que se dedujo que la forma del mundo es redonda. El versículo al respecto dice así:
La palabra árabe "takwir" en el versículo anterior, se traduce como "suceder". El día y la noche puede suceder uno a la otra, sólo si la Tierra es redonda. Pero como mencionamos arriba, los árabes que vivieron hace 1.400 años pensaban que la Tierra era plana. Es decir, la redondez del mundo fue indicada en el Corán, revelado en esa época. Se trata de otro ejemplo de que Dios enseña la verdad a la humanidad, verdad que fue verificada por los científicos siglos después.
El Corán, por ser la palabra de Dios, usa los términos más correctos para describir el universo. Es improbable que una persona los haya podido emplear entonces. Sólo es Dios, omnisciente, quien dispone que el ser humano tenga a su disposición distintos conocimientos en cada época.
Cuando Dios comunica en el Corán que para El es fácil retornar al ser humano a la vida después de la muerte, pone especial atención en las puntas de los dedos de las personas:
Para Dios es muy fácil devolver a la vida un cuerpo humano muerto y absolutamente deteriorado. Examinen las puntas de sus dedos. Todos nosotros tenemos huellas dactilares diferentes. Personas gemelas tienen huellas dactilares distintas. Y eso vale para todos los individuos, de la actualidad o del pasado. Por su singularidad es que se las usa para la identificación de las personas.
Dios Todopoderoso puede recrearnos, hasta en el detalle más mínimo. No debemos olvidar que la importancia de las huellas dactilares y el que sean distintas en cada individuo fue descubierto recién en el siglo diecinueve. Sin embargo, Dios se ocupó en particular de ello hace 1.400 años.
En el Corán encontramos muchos otros milagros como éstos. Aquí nos ocupamos sólo de algunos. Pero con lo visto queda en claro que el Corán es la Palabra de Dios. (Para más información pueden remitirse al libro de Harun Yhaya, Los Milagros del Corán).
Dios nos informa en el Corán:
Como lo exhibe el versículo de arriba, el Corán proporciona información exacta. La ciencia, en su avance, va descubriendo cosas anunciadas en el Corán. Este carácter milagroso demuestra que es una revelación de Dios. En consecuencia, debemos aprender y acatar meticulosamente las órdenes del Corán.
Lo que nos corresponde entonces es conocer y practicar cuidadosamente lo que nos enseña este Libro, que es lo que nos ordena Dios en muchos de sus versículos:
Es ésta una Escritura bendita que hemos revelado. ¡Seguidla, pues, y temed a Dios! Quizás, así, se os tenga piedad.(Corán, 6:155).
¡No!, es un Recuerdo, que recordará quien quiera, (Corán, 80:11-12).