¡Queridos niños! En este libro hemos tratado los hechos más importantes y fundamentales de nuestras vidas. Por eso ahora les hacemos preguntas que les motiven a buscar respuestas acertadas: "¿Cuál es el propósito de nuestras vidas?", "¿Cómo quiere que nos comportemos nuestro Señor, Quien nos creó a nosotros y a todo lo que nos rodea?", "¿Cuáles son nuestras responsabilidades con nuestro Señor?", "¿Cómo se entiende la vida en el Más Allá?", "¿Por qué debemos cuidarnos de no ser enviados al Fuego?", etc.
Esperamos que piensen en las respuestas correspondientes con mucho cuidado. Aún son muy jóvenes, pero nunca olviden que pueden llegar a ancianos.
Puede ser que algunos les digan que son demasiado jóvenes para pensar en la muerte. Pero deben tener presente que nadie sabe cuándo le llegará el fin de esta vida. Puede ocurrir ahora, dentro de un día o luego de cierta cantidad de años. Si tienen en cuenta todo lo que decimos, comprenderán de inmediato cuán insensato es dejar pasar el tiempo sin ocuparnos de las cosas aquí tratadas.
En esta vida siempre se puede encontrar alguna excusa para todo e incluso convencer a otros con ideas equivocadas. Pero frente a Dios en el otro mundo -que se presenta después de la muerte- no valdrá ninguna excusa para justificar las faltas y las malas acciones porque El es omnisciente y todo lo ve.
Es por eso que deben pensar en estas verdades sin perder tiempo y empezar a esforzarse para convertirse en personas amadas por Dios.