Todo el universo pertenece a Dios, y da lo que El desea a quien quiere. Es Dios quien da sustento a los seres humanos, los hace ricos y les concede cosechas abundantes. Un versículo coránico dice que Dios aumenta la provisión de Sus siervos según Su deseo o, de modo similar, la restringe. Procede así por algún motivo. Tanto los que ven aumentadas como los que ven disminuidas sus provisiones son puestos a prueba por Dios. Quienes no se vuelven arrogantes y corrompidos debido a lo que reciben y agradecen a Dios por todo lo que se les otorga, que confían plenamente en Dios y no dejan de hacerlo cuando sus bienes disminuyen, son los siervos con los que está contento Dios. Las palabras del profeta Salomón citadas en el Corán dejan en claro que Sus bendiciones que derrama sobre la gente en realidad son parte de la prueba:
El que tenía ciencia de la Escritura dijo: “Yo te lo traeré en un abrir y cerrar de ojos”. Cuando lo vio puesto (es decir, cuando Salomón vio el trono) junto a sí, dijo: “Este es un favor de mi Señor para probarme si soy o no agradecido. Quien es agradecido, lo es en realidad, en provecho propio. Y quien es desagradecido… Mi Señor se basta a Sí mismo, es generoso”. (Corán, 27:40) | ||
Las palabras del profeta Salomón, “Este es un favor de mi Señor para probarme si soy o no agradecido”, explican una de las razones por las que se da cosas a la gente.
Todo lo que Dios da es para ponernos a prueba a los seres humanos. Por eso al hablar de las “atracciones del mundo”, incluye la riqueza, los hijos, las esposas, los parientes, el prestigio, el reconocimiento social, la inteligencia, la belleza, la salud, los beneficios comerciales, etc.
Son muchos en el mundo los que sin considerar a Dios para nada, tienen una vida prolongada, gozan de incontables bendiciones, poseen tierras fructíferas y crían hijos saludables. Pero en vez de buscar el agrado de Dios se han desviado por todo lo recibido y se apartan de Dios. Esa gente que lleva una prolongada vida de rebeldía hacia su Señor y que suma pecados todos los días, considera que lo que posee es sólo gracias a sí misma. Pero el Corán llama nuestra atención sobre otro secreto y propósito divino que existe por detrás de esas bendiciones y largos plazos de tiempo concedidos:
¡No te maravilles de su hacienda y de sus hijos! Dios sólo quiere con ello castigarles en la vida de acá y que exhalen su último suspiro siendo infieles. (Corán, 9:85) Que no piensen los infieles que el que les concedamos una prórroga supone un bien para ellos. El concedérsela es para que aumente su pecado. Tendrán un castigo humillante. (Corán, 3:178) Déjales (a los infieles) por algún tiempo en su abismo (de extravío e ignorancia). ¿Creen que, al proveerles de hacienda y de hijos varones, estamos anticipándoles las cosas buenas (es decir, los bienes de la otra vida)? No, no se dan cuenta. (Corán, 23:54-56) | ||
Como se explica en estos versículos, lo que esa gente posee, en realidad, no es algo bueno para ellos. Sus hijos, riquezas y reconocimiento público no les salvarán del castigo doloroso que recibirán después de morir. Y si se les da mayor tiempo de vida es sólo para que aumenten sus pecados. Dios se refiere a gente así:
¡A cuántas generaciones antes de ellos, que les superaban en bienes y en apariencia, hemos hecho perecer…! (Corán, 19:74) | ||
Otro versículo explica porqué se les prolonga el tiempo de vida:
Di: “¡Que el compasivo prolongue la vida de los que están extraviados, hasta que vean lo que les amenaza: el castigo o la Hora! Entonces verán quién es el que se encuentra en la situación peor y dispone de tropas más débiles”. (Corán, 19:75) | ||
Dios es Justo y Misericordiosísimo. Crea todo de modo sabio y con benevolencia. Sin excepción todos reciben según lo que hacen. Los creyentes, por ser conscientes de esto, analizan los sucesos con el objetivo de descubrir en ello la gracia y sabiduría de Dios. Si no procediesen así, vivirían engañados, muy alejados de la realidad.