La mayoría de la gente se liga a este mundo como si nunca fuera a morir, lo que hace que no tome como guía la religión y reflexione sobre la muerte y el otro mundo. Pero en realidad, la vida en este mundo, a la que tanto se atan, es muy corta, transitoria. A todos nos llega en su momento la muerte. Además, el tiempo que se pasa en este mundo no es tan largo como parece. Dios revela a la humanidad dicho secreto en muchos versículos coránicos:
Dirá (Dios): “¿Cuántos años habéis permanecido en la tierra?”. Dirán: “Hemos permanecido un día o parte de un día (al comparar los años terrenales con la eternidad). ¡Interroga a los encargados (es decir, los ángeles) de contar!”. Dirá (Dios): “No habéis permanecido sino poco tiempo. Si hubierais sabido... ¿Os figurabais que os habíamos creado para pasar el rato y que no ibais a ser devueltos a Nosotros?”. (Corán, 23:112-115) El día que llegue la Hora, jurarán los pecadores que no han permanecido sino una hora. Así estaban de desviados… (Corán, 30:55) | ||
Lo presentado es alguno de los diálogos que se producirán el día del ajuste de cuentas. Como se ve, después de la muerte la gente comprobará que estuvo poco tiempo en este mundo. Es decir, lo que se nos presenta como seis o siete decenios en esta vida, sólo se trata de un día o algo mucho menor. Es algo que se asemeja a lo que nos pasa cuando soñamos. A veces parece que la escena dura días, meses o años, pero al despertarnos nos damos cuenta que se trató de segundos.
La consideración de algunas cosas nos ayudaría a entender lo breve y temporal que es la vida en este mundo. Por ejemplo, todos hacemos ciertos planes y nos fijamos ciertos objetivos mientras vivimos. Un caso típico es el de quien termina la escuela secundaria, ingresa a la universidad, se recibe y busca un buen trabajo. Pero todo ello se trata, después de todo, de experiencias pasajeras. En la juventud es difícil que alguien piense en el momento en que tendrá treinta años. No obstante, demasiado pronto llega, incluso, al de los cuarenta años.
Lo breve de la vida en este mundo es una realidad que Dios revela en el Corán y que cualquiera puede comprender antes de morir. Sería una falta de sentido común que aquellos que disciernen esto rechacen la vida real ilimitada en el Más Allá por amor a una vida temporaria aquí:
¡Pueblo! Esta vida de acá no es sino breve disfrute, mientras que la otra vida es la Morada de la Estabilidad. (Corán, 40:39) Estos (los paisanos del Profeta) aman la vida fugaz y descuidan un día grave (el Día del Juicio). (Corán, 76:27) | ||