El mayor enemigo del ser humano desde el profeta Adán (la paz sea con él), siempre ha sido Satanás, quien rogó (a Dios) cuando Adán fue creado, que se le permita tentar al extravío a la gente por medio de hacer que el mundo se presente encantador y seductor. El Corán nos dice que ese plan es débil y que Satanás no tiene ninguna autoridad sobre la gente:
Quienes creen, combaten por Dios. Quienes no creen, combaten por los taguts (es decir, todo lo que es adorado fuera de Dios y aleja de El: demonios, ídolos, magos, adivinos, etc.). Combatid, pues, contra los amigos del Demonio. ¡Las artimañas del Demonio son débiles! (Corán, 4:76) Iblis (Satanás) confirmó la opinión que se había formado de ellos (es decir, de los seres humanos). Le siguieron todos (a Iblis), menos un grupo de creyentes. No tenía (Iblis) poder sobre ellos. Queríamos sólo distinguir a los que creían en la otra vida de los que dudaban de ella. Tu Señor cuida de todo. (Corán, 34:20-21) | ||
En efecto, Dios hace las cosas fáciles para la humanidad y los planes de Satanás son débiles e ineficaces con quienes creen. Satanás es la única fuerza negativa frente a la religión y su debilidad reside en que los creyentes no experimentarán ninguna dificultad al vivir según determina Dios. Pero para que eso sea así es esencial una fe sincera. Dios se refiere a ello en el Corán:
Dijo (Iblis): “¡Señor! Por haberme Tú descarriado, he de engalanarles en la tierra y he de descarriarles a todos, salvo a aquéllos que sean siervos Tuyos escogidos”. (Corán, 15:39-40) | ||
Dios revela en otro versículo que Satanás no tendrá ningún poder sobre quienes creen y confían en El:
El (Iblis) no puede nada contra los que creen y confían en su Señor. Sólo tiene poder sobre los que traban amistad con él y asocian a Dios otros dioses. (Corán, 16:99-100) | ||
Aunque Satanás no puede influir sobre los creyentes, a veces puede intentar molestarles con sus susurros debido a los errores o malas acciones cometidos.
Otro secreto importante que revela Dios en el Corán es cómo escapar de los susurros de Satanás. Se trata de algo muy importante para los creyentes que respetan a Dios como corresponde y esperan obtener el Paraíso, ya que los susurros de Satanás son una forma de hablar que lleva a conclusiones erróneas, apartan al ser humano de Su camino y lo mantienen ocupado con cuestiones triviales y vanas. Satanás intenta inyectar a la gente sentimientos de pesar, temor y preocupación, sembrar la discordia entre ellas, insuflar la duda acerca de Dios, el Corán y la religión (din), además de saturarla con falsas esperanzas. Algunos versículos describen los susurros de Satanás:
…he de extraviarles, he de inspirarles vanos deseos, he de ordenarles que hiendan las orejas del ganado (se trata de una práctica pagana por medio de la que se consagraba el animal a una deidad) y que alteren la creación de Dios!”. Quien tome como amigo al Demonio, en lugar de tomar a Dios, está manifiestamente perdido. El Demonio les hace promesas y les inspira vanos deseos, pero lo que les promete no es sino falacia. (Corán, 4:119-120) …(del insidioso susurrador) que insinúa en el ánimo (pecho) de los hombres, (Corán, 114:5)
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Satanás no será capaz de distraer de la guía de Dios a quienes siguen Su camino, independientemente de lo que susurre.
Si el Demonio te incita al mal, busca refugio en Dios. El todo lo oye, todo lo sabe. Cuando los que temen a Dios sufren una aparición del Demonio, se dejan amonestar y ven claro. (Corán, 7:200-201) | ||
Como se puede comprender de los versículos, los creyentes permanecen alertas para protegerse de los susurros de Satanás. No pierden el tiempo en considerarlos y, concientes de que no son del agrado de Dios, nunca se permiten dejarse llevar por el pesimismo, el temor o el pesar, los cuales son sentimientos negativos que los creyentes evitan. Cuando éstos se ven preocupados por algo que no está de acuerdo con la moralidad coránica, inmediatamente reconocen que se trata de un nocivo susurro de Satanás que disgusta a Dios. Dejan a un lado el mismo a través del recuerdo de Dios y de los versículos del Corán.