La gente busca incansablemente vivir en un entorno pacífico y seguro para pasarla bien junto a aquellos que aprecia. Pero aunque anhelan eso, por lo general nunca se esfuerzan por lograrlo y más bien fogonean los conflictos y las aflicciones. Si no, esperan que otros provean el clima de paz, seguridad y amistad. Lo dicho vale para las relaciones familiares, las relaciones laborales, la paz social y los asuntos internacionales. Pero el logro de eso demanda altruismo. Los conflictos y el desasosiego no pueden evitarse cuando cada uno quiere quedarse con la última palabra, cuando cada uno considera solamente su propio interés y no tienen la voluntad de realizar compromisos y sacrificios. Pero los creyentes que reverencian a Dios actúan de un modo distinto. No son egoístas, perdonan y son pacientes. Cuando se equivocan renuncian a sus propios derechos, consideran la paz y la seguridad de otros por encima de sus propios intereses y tienen un comportamiento cortés. Se trata de atributos nobles que Dios ordena ponerlos en práctica a los creyentes:
No es igual obrar bien y obrar mal. ¡Repele (el mal) con lo que sea mejor y he aquí que aquél de quien te separe la enemistad se convertirá en amigo ferviente! Esto sólo lo consiguen los pacientes, sólo lo consigue el de suerte extraordinaria. (Corán, 41:34-35) Llama al camino de tu Señor con sabiduría y buena exhortación. Discute con ellos de la manera más conveniente. Tu Señor conoce mejor que nadie a quien se extravía de Su camino y conoce mejor que nadie a quien está bien dirigido. (Corán, 16:125) | ||
Como se expresa en el versículo, a cambio del buen obrar de los creyentes Dios transforma a sus enemigos en “amigos del alma”. Este es uno de los secretos que Dios revela. Después de todo, las almas están en Sus manos y El modifica los sentimientos y pensamientos de quien desee.
En otro versículo Dios llama nuestra atención sobre los efectos de la bondad y la palabra amable. Dios ordena al profeta Moisés y a Aarón (la paz sea con ellos) que vayan donde Faraón y le hablen amablemente. A pesar de la injusticia, insolencia y falta de misericordia de Faraón, Dios ha ordenado a ambos que le hablen con cortesía. Dios explica la razón de ello:
¡Id a Faraón! Se muestra rebelde. ¡Hablad con él amablemente! Quizás, así, se deje amonestar o tenga miedo de Dios”. (Corán, 20:43-44) | ||
Estos versículos informan a los creyentes acerca del tipo de actitud que deberían exhibir hacia los incrédulos, los enemigos y las personas insolentes. Seguramente que eso estimula la paciencia, la voluntad, la humildad y el sentido común. Dios ha revelado que el creyente que obedezca Sus órdenes y actúe de acuerdo con las normas éticas verá consolidado su buen obrar.