Dios Ciega El Entendimiento De Los Incrédulos

Uno de los secretos más importantes revelados en el Corán es el que se refiere a la incomprensión de este Libro ―claro, fácil de entender e íntegro― por parte de determinadas personas. Cualquiera puede leer el Corán y enterarse de las órdenes de Dios, las normas éticas que son de Su agrado, los atributos del Paraíso y del Infierno y muchas otras cuestiones claves. Sin embargo, aunque es muy claro algunas personas no pueden comprenderlo por decisión inmutable de Dios. Además, esas personas pueden ser profesores de biología o ingenieros atómicos, comprender complicadas ramas de la ciencia como la física, química o matemáticas, captar el sentido del budismo, el hinduismo, el shintoismo, el materialismo o el comunismo, y no obstante ser incapaces de comprender el Corán. Gente que adopta estructuras complicadas de sistemas no coránicos, se ven imposibilitados de entender la clara y sencilla religión de Dios y comprender sus temas manifiestos.

Esta incomprensión es ella misma un milagro y Dios explica que se debe a una seria deficiencia, propia de personas con una naturaleza distinta. Por otra parte, aporta evidencias al hecho de que Dios velará el corazón, la mente y la comprensión de los que no se le someten y son engreídos, pues El es el Controlador de todo. El que esa gente comprenda cualquier otra cosa y no el Corán, revela que Dios los ha apartado y excluido del entendimiento de Sus signos debido a su doblez. Veamos algunos versículos que se refieren a esto:

Cuando recitas el Corán, tendemos un velo opaco entre ti y los que no creen en la otra vida, velamos sus corazones y endurecemos sus oídos para que no lo entiendan. Cuando invocas en el Corán a tu Señor Solo, vuelven la espalda en repulsa. (Corán, 17:45-46)

Hay entre ellos quienes te escuchan, pero hemos velado sus corazones y endurecido sus oídos para que no lo entiendan. Aunque vieran toda clase de signos, no creerían en ellos. Hasta el punto de que, cuando vienen a disputar contigo, dicen los que no creen: “Estas no son sino patrañas de los antiguos”. (Corán, 6:25)

¿Hay alguien que sea más impío que quien, habiéndosele recordado los signos de su Señor, se desvía luego de ellos y olvida lo que sus manos obraron (sus pecados anteriores)? Hemos velado sus corazones y endurecido sus oídos para que no lo entiendan. Aunque les llames hacia la Dirección, no serán nunca bien dirigidos. (Corán, 18:57)

Como se revela en estos versículos, la clave de porqué los incrédulos no pueden comprender el Corán estriba en que Dios ha colocado una barrera a su comprensión y sellado sus corazones debido a su rechazo. Se trata de un gran milagro que exhibe la grandeza de Dios y Su posesión de los corazones y el entendimiento de todos los seres humanos.

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