Dios revela un secreto en el Corán:
¡Creyentes! Si auxiliáis a Dios, El os auxiliará y afirmará vuestros pasos. (Corán, 47:7) | ||
Los creyentes hacen grandes esfuerzos a lo largo de sus vidas para expandir los valores coránicos entre la gente y difundir el mensaje de Dios. Pero también siempre existieron grupos de incrédulos que se les opusieron e intentaron impedirles su trabajo mediante la fuerza y la presión. Dios dice en el Corán que siempre está con los creyentes frente a los incrédulos y que les facilitará, ayudará y respaldará en sus vidas. Quienes se esfuerzan sinceramente en el camino de Dios experimentan esa realidad segundo a segundo y su Señor les aligera y perfecciona las tareas, incluso en situaciones comprometidas, para que las culminen con éxito. Incluso cuando los débiles en su fe dicen, ¡Ay de mí!, se desesperan y no encuentran ninguna salida, Dios les envía Su ayuda para hacerles triunfar.
Los creyentes que tienen la certeza de que Dios les ayuda y respalda, nunca pierden la confianza en Dios y esperan animadamente la decisión de Dios frente a cada cosa. El profeta Moisés y su pueblo son un ejemplo en este sentido cuando se van de Egipto para ponerse a resguardo de la crueldad de Faraón, quien los persiguió. Al llegar al mar, los israelitas de poca fe entraron en pánico y perdieron las esperanzas al pensar que Faraón les alcanzaría. No obstante el profeta Moisés dijo:“¡No! ¡Mi Señor está conmigo, El me dirigirá! (Corán, 26:62). Así exhibió su fe en el respaldo de Dios a los creyentes. Efectivamente, Dios separó las aguas del mar y permitió al profeta Moisés y a sus compañeros cruzar con seguridad a la otra costa. Después unió nuevamente las aguas sobre Faraón y sus soldados, con lo que perecieron ahogados.
El creyente que se siente cercano a Dios, Le toma como amigo y sabe que El respalda a quienes Le aman, verá la manifestación de esta verdad revelada en cada instante de su vida. Dios exhibe a algunos de Sus mensajeros signos como el de la separación de las aguas. Si los creyentes sopesan apropiadamente cada incidente y reflexionan sobre la creación de Dios y los versículos coránicos, pueden ver las manifestaciones de tipo milagroso, de apoyo y ayuda, a cada momento.
Dios ha informado a los creyentes en muchos versículos sobre el apoyo que les brinda. Por ejemplo, en uno de ellos comunica que El hace que sus enemigos los vean mucho más numerosos de lo que son:
Tuvisteis un signo en las dos tropas (el ejército de los musulmanes unos trescientos y el de los infieles mecanos alrededor de un millar) que se encontraron: la que combatía por Dios y la otra, infiel, que, a simple vista, creyó que aquella le doblaba en número. Dios fortalece con su auxilio a quien El quiere. Sí, hay en ello motivo de reflexión para quienes tienen ojos. (Corán, 3:13) | ||
Como dijimos antes, los incrédulos provocan distintas dificultades a los creyentes y urden complots en su contra con el objeto de obstaculizarles el camino de Dios. Pero Dios nos informa en el Corán que fracasarán en esos intentos, todo se volverá en su contra y no podrán dañar a los creyentes de ninguna manera:
… Y, cuando ha venido a ellos un monitor, esto no ha hecho sino acrecentar su repulsa, portándose altivamente en la tierra y tramando maldad. Pero el tramar maldad no recae sino en sus propios autores. ¿Es que esperan una suerte diferente de la que cupo a los antiguos? Pues encontrarás la práctica de Dios irremplazable, y encontrarás la práctica de Dios inmutable. (Corán, 35:42-43) Si os sucede un bien, les duele, si os hiere un mal, se alegran. Pero, si tenéis paciencia y teméis a Dios, sus artimañas no os harán ningún daño. Dios abarca todo lo que hacen. (Corán, 3:120) | ||
La vida del profeta José es un ejemplo en el sentido de que lo que se urde para perjudicar a los creyentes en definitiva se volverá a favor de éstos y en contra de los conspiradores. Como se relata en el capítulo doce titulado José, los hermanos de éste, consumidos por la envidia, se conjuraron y le arrojaron a un pozo. Por otra parte, cuando José fue a vivir a la casa del gobernador, la esposa de éste también urdió un plan en el que incluía al profeta. La promesa de Dios aseguró la frustración de esos complots y le protegió de los perjuicios. Fue Dios quien siguió adelante con lo que había planificado y estableció como autoridad de los tesoros reales a José, quien manifestó que las intrigas de los incrédulos están condenadas al fracaso:
(Dijo José:) “Esto es así para que sepa (mi señor, es decir, el rey) que no le he traicionado a escondidas y que Dios no dirige la astucia de los traidores. (Corán, 12:52) | ||