Cada Dificultad Conlleva Su Facilidad

Dios ha creado el mundo para probar a la humanidad. Algo propio de ese examen es probar al ser humano unas veces con bendiciones y otras con penalidades. La gente que no evalúa los acontecimientos a la luz del Corán no puede interpretarlos de modo apropiado, se desanima y descorazona. De todos modos, Dios revela un secreto importante en el Corán que sólo lo perciben los creyentes sumisos y auténticos:

¡La dificultad y la facilidad van a una! ¡La dificultad y la facilidad van a una! (Corán, 94:5-6)

Como nos informa Dios en estos versículos, independientemente del tipo de adversidad o la situación que le sobrevenga a la persona, Dios crea un sendero con un camino de salida y auxilia a los creyentes. Efectivamente, el creyente testimoniará que Dios pone la facilidad junto con la dificultad si se mantiene firme y paciente. En Sus versículos Dios nos da la buena nueva de la guía y bendiciones para Sus siervos que Le reverencian:

... A quien teme a Dios, El le da una salida y le proveerá de un modo insospechado por él. A quien confía en Dios, El le basta… (Corán, 65:2-3)

Dios no carga a nadie con un peso mayor al que puede soportar

Dios, el Misericordioso, Compasivo y Justo, pone la felicidad en todo a la vez que prueba a la persona dentro de los límites de su aguante: distintos tipos de súplicas que Dios le ordena cumplir, dificultades para ver cómo reacciona, responsabilidades que carga sobre sus espaldas, son todas cosas en proporción con las capacidades individuales. Se trata de una buena nueva y solaz para los creyentes y una manifestación de la misericordia y gracia de Dios, que se expresa así en el Corán:

“¡No toquéis la hacienda del huérfano, sino de manera conveniente, hasta que sea mayor de edad! ¡Dad con equidad la medida y el peso justos! No pedimos a nadie sino según sus posibilidades ¡Sed justos cuando declaréis, aún si se trata de un pariente! ¡Sed fieles a la alianza con Dios! Esto os ha ordenado El. Quizás, así, os dejéis amonestar” (Corán, 6:152)

Quienes creyeron y obraron bien ―a nadie pedimos sino según sus posibilidades―, ésos morarán en el Jardín eternamente. (Corán, 7:42)

No pedimos a nadie sino según sus posibilidades. Tenemos al lado una Escritura que dice la verdad. Y no serán tratados injustamente. (Corán, 23:62)

Es fácil vivir cumpliendo con la religión de Dios

Gran parte de la gente cree que la religión le dificultará la vida e impondrá pesadas obligaciones. Se trata de un engaño que Satanás susurra para conducir al extravío. Como dijimos antes, se puede cumplir con la religión fácilmente. Dios nos comunica que nos brinda la facilidad después de la dificultad. Además, los fundamentos de la religión ―confiar en Dios, entender lo que significa el destino, etc.―, nos sacan de encima todas las molestias, dificultades y motivos de aflicción. El que vive la religión de Dios no se acongoja, entristece o desespera. Dios promete en muchos versículos apoyar a quienes se Le someten voluntariamente y Le ayudan en Su religión, así como darle una buena vida en este mundo y en el Más Allá. Nuestro Señor, Quien jamás falta a Su palabra, dice:

A los que temieron a Dios se les dirá: “¿Qué ha revelado vuestro Señor?”. Dirán: “Un bien”. Quienes obren bien tendrán en la vida de acá una bella recompensa, pero la Morada de la otra vida será mejor aún. ¡Qué agradable será la Morada de los que hayan temido a Dios! (Corán, 16:30)

Dios da a los creyentes la buena nueva que brindará el éxito a quienes obren de acuerdo con Su religión:

A quien da, teme a Dios, y cree en lo más bello (en el Paraíso), le facilitaremos el acceso a la mayor felicidad. (Corán, 92:5-7)

Como revelan estos puntos claves, quien se vuelve con sinceridad hacia la religión de Dios elige correctamente un sendero apropiado que le resultará exitoso en este mundo y en el otro. Por otra parte, para los incrédulos corresponde lo contrario, pues sufrirán pérdidas, congojas y aflicciones en esta vida y en la otra. Dice un versículo:

En cambio, a quien es avaro, cree bastarse a sí mismo y desmiente lo más bello (el Jardín), le facilitaremos el acceso a la mayor adversidad, (Corán, 92:8-10)

Dios es el Poseedor y Creador de todo. Obtener el apoyo, ayuda y amistad de Dios es, seguramente, la cumbre de los logros para un ser humano. Quien toma a Dios como amigo y se Le somete absolutamente, vivirá en este mundo y en el otro pleno de mercedes y bendiciones y no le acechará ningún tipo de daño. Se trata de una realidad inmutable. Siendo así, cada persona consciente y con sentido común debería entender lo antedicho y elegir el sendero sensato y correcto. A los incrédulos toda esta realidad clave les resulta incomprensible e imperceptible, más allá de lo inteligentes o cultos que sean.

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