A lo largo de este libro hemos observado que los creyentes hacen del hecho de vivir conforme a los valores que Dios ha revelado en el Corán un principio fundamental durante las 24 horas del día. No dudarán en mostrar un comportamiento elevado aunque tengan que soportar condiciones muy duras. Sus valores no cambian; siempre se someten a los mandatos y recomendaciones hechos por Dios. Tienen a Su Mensajero, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, como el ejemplo que Dios ensalza en el Corán con estas palabras:
Pues, ciertamente, observas en verdad un modo de vida sublime. (Sura La pluma 68: 4)
Sólo existe una manera de evitar perderse en el castigo eterno del infierno: vivir según el Corán y la Sunna, puesto que por medio de ellos Dios concede a los seres humanos "su recordatorio". Esto saca a la gente de la ignorancia en la que están sumidos, de su modo de pensar primitivo, de los ambientes estresantes, de los rasgos de carácter negativos, de los temores infundados, pensamientos perversos y tormentos del infierno de los que todas estas cosas son las causas. En lugar de ellas, lo que sucede es que ganan en comprensión y sabiduría, elevados valores, un ambiente sano en el que reina la tranquilidad de espíritu y, lo más importante, la vida en el Paraíso llena de dones interminables.
Sólo existe un modo de eliminar la preocupación, luchas, guerras, hostilidades, pobreza, miseria e ira que imperan en nuestro mundo: vivir de acuerdo con las enseñanzas del Corán y la Sunna de Muhammad, la paz y las bendiciones de Dios sean con él. No hay otra forma de que una persona obtenga la felicidad, bienestar, justicia, amor y paz que desea.
Vivir según el Corán y la Sunna como defensa contra la injusticia, los conflictos, la desigualdad, la envidia, la guerra, la deslealtad, el derroche, el temor, la intolerancia, la crueldad, la violencia, la inmoralidad, etc. es la solución más básica para que los seres humanos logren vivir tranquilos, en paz, con felicidad y justicia.
A pesar de lo dicho, y puesto que han dejado a un lado la religión verdadera por obtener pequeños beneficios, algunas personas se inflingen un grave daño. Para un ser humano, volver la espalda al Corán y la Sunna significa que permanecerá ignorante de las verdades que son vitales que conozca. Los recursos que dichas personas han adquirido no serán suficientes para sobrevivir a las situaciones y problemas que se encuentren en el mundo. Estarán toda su vida preocupadas, inquietas, estresadas, temerosas y serán desgraciadas, sin conseguir solucionar sus problemas. Y, más tarde, aceptarán esta situación y pasarán el resto de sus vidas engañadas, pensando que su sufrimiento es “ley de vida” cuando en realidad es un castigo por no vivir según la religión.
Los creyentes que siguen los valores descritos por Dios en el Corán y hacen que éstos prevalezcan en cualquier momento de su existencia vivirán de la mejor manera. Dios da buenas noticias a estos creyentes con las siguientes palabras:
Pues, no son vuestros bienes I vuestros hijos lo que habrá de acercaros a Nosotros: sólo quien llega a creer y obra con rectitud [se acerca a Nosotros]; y a esos les aguarda una recompensa doble por todo lo que han hecho; y esos son los que morarán seguros en las mansiones [del paraíso]. (Sura Saba' 34: 37)
Ciertamente, quienes han llegado a creer, hacen buenas obras, son constantes en la oración y dan limosna – tendrán su recompensa junto a su Sustentador y nada tienen que temer ni se lamentarán. (Sura La vaca 2: 277)
Los que son fieles a su pacto con Dios y no rompen su compromiso; y los que mantienen unido lo que Dios ha ordenado mantener unido, y siente temor reverencial por su Sustentador, y son constantes en la oración, y gastan en los demás, en secreto y públicamente, de lo que les proveemos como sustento, y [los que] repelen el al con bien. Estos son los que encontrarán su culminación en el más allá. (Sura El trueno 13: 20-22)
Vivir conforme a los valores del Islam es posible aplicando las disposiciones y los consejos que aparecen en el Corán para cada uno de los aspectos de la vida. Esto y la práctica de la Sunna es el único modo de que las personas puedan obtener los mejores resultados en este mundo y en el otro. Nuestro Señor dice en el Corán que una persona puede alcanzar la mejor forma de vida a través de sus buenas obras:
Y a todo aquel – sea hombre o mujer- que haga buenas obras, y además sea creyente – le haremos vivir una buena vida; y, ciertamente, concederemos a esos su recompensa con arreglo
a lo mejor de sus acciones. (Sura La abeja 16:97)
Este libro examina las cosas que hacemos y las situaciones a las que nos enfrentamos casi cada día desde el punto de vista de un musulmán que vive según las enseñanzas del Corán. Nos mostrará cómo debe actuar un creyente ante las situaciones cotidianas a las que se enfrenta. El propósito de este libro es doble: presentar una idea de la buena vida que se puede llevar gracias a las enseñanzas del Corán e invitar a todo el mundo a la elevada forma de vida que éstas ofrecen. Es cierto que únicamente siguiendo el Corán podemos vivir cada hora del día, cada momento, en un ambiente pacífico y paradisíaco, lejos del estrés, las preocupaciones y la ansiedad que imperan en este mundo.