Todos los fósiles excavados muestran que los pájaros siempre han existido como tales, y que no han evolucionado de alguna otra forma de vida. Los darwinistas, quienes sostienen que los pájaros evolucionaron de los animales terrestres, están bien conscientes de esto, y no pueden justificar cómo las alas y el mecanismo de vuelo surgieron a través de un proceso evolutivo y a través de un mecanismo aleatorio como la mutación.El biólogo turco Engin Korur admite la imposibilidad de la evolución de las alas: “El rasgo común de ojos y alas es que pueden cumplir sus funciones sólo cuando están completamente desarrollados. Para decirlo de otro modo, la vista es imposible con un ojo deficiente, y el vuelo es imposible con media ala. Cómo aparecieron estos órganos sigue siendo uno de esos secretos de la naturaleza que no han sido completamente develados.” (Engin Korur, "Gozlerin ve Kanatlarin Sirri" ("The Secret of Eyes and Wings"), Bilim ve Teknik, No. 203, October 1984, p. 25.)Los músculos poderosos de las alas deben ser adosados al esternón del ave, y deben tener una estructura apropiada para elevar al ave en el aire y establecer un equilibrio y movimiento en todas las direcciones cuando esté en el aire. También es esencial que las alas y plumas de la cola del ave sean livianas, flexibles y en proporción la una a la otra —que tengan una estructura aerodinámica que haga posible el vuelo.En este punto, la teoría de la evolución enfrenta un dilema mayor: la pregunta de cómo podría haberse originado la estructura perfecta de esta ala como resultado de una sucesión de mutaciones aleatorias sigue sin respuesta. La “evolución” nunca puede explicar cómo podrían haberse desarrollado en las patas delanteras de un reptil un ala perfecta como el resultado de impedimentos en sus genes —o sea, mutaciones.Tal como se declara en la cita de la página anterior, el vuelo es imposible con sólo la mitad de un ala. Por lo tanto, incluso si asumiéramos que una mutación de algún tipo efectivamente causó algún tipo de cambio en las patas delanteras de un reptil, sigue siendo irracional esperar que un ala pueda surgir por casualidad, como resultado de otras mutaciones que se agregan. Cualquier mutación en las patas delanteras no puede dotar al animal de alas, sino que lo podría privar del uso de sus patas delanteras. Esto dejaría a la criatura en desventaja físicamente (en otras palabras, inválida) comparada con otros miembros de su especie.De acuerdo a investigaciones biofísicas, las mutaciones tienen lugar con muy poca frecuencia. Por lo tanto, es imposible esperar que dichas criaturas inválidas esperen millones de años a que sus alas defectuosas y a medio formar se completen a través de pequeñas mutaciones.